Empresas y finanzas
Atitlan sale por completo del capital del antiguo grupo Lubasa
- La familia Batalla recompra el 50% que aún no tenía de Mosaiq
Ángel C. Álvarez
Valencia,
Atitlan, la firma de inversión que dirigen Aritza Rodero y Roberto Centeno, yerno del presidente de Mercadona Juan Roig, ha materializado su salida definitiva de Mosaiq, el heredero del antiguo grupo constructor y de servicios Lubasa, en el que tomó el 50% en 2017. La familia Batalla, heredera del fundador Luis Batalla y que mantenía la otra mitad del grupo tras dar entrada al fondo para poder hacer frente a su refinanciación, se ha hecho con el 100% de Mosaiq.
La operación, cuyo importe no ha trascendido, supone poner fin al proceso por el que los Batalla han ido recuperando durante los últimos años el control de las principales actividades del grupo, que llegó a ser el mayor contratista valenciano de obra pública.
Así, los hermanos Gabriel y Otilia Batalla ya se habían hecho con la totalidad de la actividad constructora, concentrada en las empresas Becsa, Durantia y Covop que pasaron al rebautizado Grupo Simetría. Ese nuevo grupo, que también incluye otros servicios, como la firma de seguridad Casva, facturó 221 millones de euros en 2020.
29 millones de dividendo
A ellas se sumó a principios de año parte del negocio medioambiental, con Tetma y Vivers Centre Verd, que fueron valoradas en 7 millones de euros, dentro de un reparto de dividendos de 29 millones realizado a finales de 2019.
Además, con la entrada de Atitlan la antigua Lubasa también se desprendió de algunos de sus negocios históricos, como su división de aparcamientos, que arrastraba una elevada deuda, y la azulejera Saloni. Unas ventas que permitieron sanear la situación financiera del grupo que había disparado su deuda por sus inversiones inmobiliarias.
También la entrada de Atitlan facilitó la segregación del negocio de concesionarios de coches, que asumió el mayor de los hermanos, Luis Enrique Batalla, y que optó por seguir con ese negocio de forma independiente al resto del grupo familiar.
Los principales activos que aún mantenían en Mosaiq al 50% Atitlan y los Batalla era la empresa Reciclados Palancia Belcaire, que gestiona una planta de tratamiento de residuos en Castellón, además de algunos proyectos inmobiliarios.
Según explicaron fuentes de Simetría, pese al final de la alianza a través de Mosaiq, ambos socios tienen previsto participar conjuntamente en proyectos concretos.