Empresas y finanzas
China acapara el 41% de producción de materias primas farmacéuticas
- Europa impulsa su estrategia para fomentar la fabricación local tras la epidemia
- Alemania, Italia, España y Francia concentran el 37% de la fabricación mundial
Javier Ruiz-Tagle
La balanza productiva de materias primas farmacéuticas (API) aún está lejos de equilibrarse. El día en el que la pandemia comenzó a propagarse desde la ciudad china de Wuhan, los países europeos comenzaron a comprobar la gran dependencia que existe del gigante asiático, donde se producen el 41% de la producción mundial. Junto a China, India es otro de los protagonistas de la fabricación farmacéutica mundial y ambos países cortaron el grifo de las exportaciones en los primeros compases de la pandemia, sembrando el pánico.
Un ejemplo se puede observar con tres de los medicamentos más usados en el día a día. Los centros de fabricación para abastecer al Viejo Continente de paracetamol, diclofenato y Metformina se encuentran en China o India (ver gráfico). "Mientras India prohibía la exportación de una lista de APIs, la pandemia también abrió los ojos a los pacientes europeos, haciéndoles ver que la autonomía estratégica de Europa para algunos medicamentos esenciales dependía demasiado de la producción fuera del continente", explica el informe 'Manufacturing Resilience', promovido por Teva.
En Europa, la gran fábrica de materias primas farmacéuticas se encuentra en Alemania, donde se producen el 15%. España ni siquiera sale en un ranking que sí recoge a Francia, donde se pruduce el 5%. Ahora, la Unión Europea se ha propuesto ser una de las referencias en esta fabricación, al igual que reforzar la de producto terminado, donde sí cuenta con mayor fortaleza. Prueba de ello fue la aprobación la semana pasada de la Estrategia Farmacéutica Europea, impulsada por una eurodiputada española, la ex ministra de Sanidad Dolors Montserrat.
El plan salió adelante con 62 votos a favor, 8 en contra y 8 abstenciones. Una vez aprobada por la Comisión de Salud Pública, está previsto que la estrategia se apruebe en el Pleno del Parlamento Europeo a finales de noviembre, por lo que la Comisión Europea podría tener en cuenta el informe en la revisión de la legislación europea a partir de 2022.
Uno de los principales pilares de este plan es reforzar el Made in Europe. La mayoría de materias primas o medicamentos que se fabrican en países asiáticos son aquellos que llevan muchos años en el mercado (fármacos maduros). Este tipo de terapias en España (y el resto de países del entorno comunitario) sufren una continua erosión de precios hasta el punto de que el paracetamol o el antibiótico prescrito por un médico valga alrededor de un euro. "Los Estados miembros, que son los encargados de poner los precios a los medicamentos, deben tener en cuenta al medicamento made in Europe", sentenciaba Montserrat en una entrevista concedida a este medio hace unas semanas.
La situación del sector farmacéutico europeo en términos de producción y fabricación es similar a lo que viven otros sectores. Si bien Europa apenas tiene producción de materias primas, el continente es una de las potencias cuando se habla de producto terminado. Entre Alemania, Italia, España y Francia se concentra el 37% de la fabricación mundial, según el informe Manufacturing Resilience. Es decir, para avanzar en la independencia de Asia, hace falta focalizarse en las materias primas necesarias.
Primeros movimientos
En mitad de las negociaciones que ahora culminarán en relación a la estrategia europea, algunas compañías y países europeos comenzaron a mover ficha. Sanofi ha creado la firma Euroapi, un espejo al que mirarse si se quiere disponer de un hub farmacéutico. El proyecto ha consistido en crear una compañía independiente que combinará las actividades comerciales y de desarrollo de materias primas farmacéuticas con seis de sus centros de producción en Europa: Brindisi (Italia), Frankfurt Chemistry (Alemania), Haverhill (Reino Unido), St Aubin les Elbeuf (Francia), Újpest (Hungría) y Vertolaye (Francia). La empresa se plantea una cartera de 200 tipos distintos de materias primas y calcula que para 2022 facturará 1.000 millones de euros.
También se ha producido hace escasas semanas otro movimiento similar. AstraZeneca llevará gran parte de su fabricación de materias primas a Dublín. La multinacional ha realizado una inversión de 400 millones para agrandar las instalaciones irlandesas. En España, se está a la espera. El Perte farmacéutico saldrá adelante, pero no será hasta algún momento del primer semestre de 2022. El Gobierno debe concretar aún su apuesta económica por reforzar la fabricación nacional, mientras que las compañías ya han anunciado que pondrán más de 1.700 millones de euros.