Ion Arocena (Asebio):"Tenemos que pasar del conocimiento a la tecnología hecha en España"
- El director general de Asebio pide impulsar la colaboración público privada
Javier Ruiz-Tagle
El sector de la biotecnología celebra esta semana la feria BioSpain, donde inversores y pymes del sector establecen contacto para futuras alianzas. El director general de la patronal Asebio, responsable del congreso, analiza la situación del sector.
¿En qué situación se encuentra el sector tras la pandemia?
Lo que hemos visto es que los indicadores de inversión han mejorado sustancialmente respecto al año anterior. En 2020 hubo un incremento del 50% de la inversión, a través de capital riesgo fundamentalmente. De los 100 millones captados en 2019 pasamos a 150 millones. Es un incremento muy sustancial. La pandemia lo que ha hecho es poner a la biotecnología en el foco del interés público y del inversor, que ha visto que nuestro sector se ha implicado en las soluciones. Lo que esperamos ahora es que esto no sea flor de un día y todo apunta en ese sentido. Ayer (por el miércoles) tuvimos una reunión con inversores y el sentir general que me transmitieron es que en los próximos meses va a haber varias operaciones interesantes que se van a cerrar en el país.
¿Dónde se van a producir esas inversiones?
El sector biotech ha sido beneficiario de un interés renovado por parte de los inversores como consecuencia del Covid, pero eso no significa que hayan cambiado las prioridades de inversión. Por supuesto que ha habido inversión en Covid, pero si se miran las rondas de financiación que se han cerrado en los últimos 12 meses la mayoría de proyectos no están relacionados con la pandemia. Ha habido en oncología y neurología.
¿Qué previsiones tienen ante los fondos europeos? Se dice que las pymes van a necesitar mucha ayuda.
Para nosotros los fondos europeos son una oportunidad extraordinaria para cambiar las bases productivas del país e impulsar el desarrollo del sector biotecnológico. Desde que conocimos la puesta en marcha de estos fondos, nosotros hemos hecho una reflexión interna y hemos trasladado propuestas a la administración a través de las ventanillas que se han habilitado, como las manifestaciones de interés. Poco a poco las cosas van cristalizando, aunque es cierto que el plan de recuperación es una cosa bastante complicada de entender y prolija en documentos. Pero lo que está claro es que Europa ha puesto a las pymes en el centro de las prioridades del plan de recuperación.
¿Qué iniciativas concretas ha realizado Asebio?
Hemos trasladado las propuestas a la administración. En ellas iba nuestra visión sobre los tipos de herramientas que se tenían que poner sobre la mesa para el plan de recuperación. Hemos abogado por dar impulso a la capacidad de desarrollo del sector, identificando algunos gaps que existen. Fundamentalmente tenemos problemas para financiar el desarrollo clínico de productos terapéuticos made in Spain, que provienen fundamentalmente de pymes y no tienen la capacidad de avanzar.
¿Cuál es la situación de España en términos de fabricación nacional?
En España tenemos pymes que han sido capaces de cubrir todo el ciclo, y se ha demostrado en las herramientas de diagnóstico. Se ha ido de la investigación básica hasta el mercado. Tenemos una base competitiva de empresas con capacidades industriales. Es cierto que tenemos el reto, como sector, de industrializarlo, de pasar de ese conocimiento nacional a tecnología e innovación made in Spain. Y no hay mejor forma que partir de lo que ya tienes, de esa base de empresas innovadoras, que con una inversión adicional y un poco de esfuerzo pueden dar el salto a convertirse en compañías industriales ancladas en territorios.
Es un discurso que no es nuevo. ¿Es ciencia ficción pensar que llegará a ser una realidad?
Yo creo que no. Están las bases y el conocimiento, tenemos buenos centros de investigación y buenas estructuras. Tenemos una base de compañías emergentes, pero ya con cierta consolidación en el sector… Lo que necesitamos es tejer puentes entre todos los agentes del ecosistema y darle el empujón que necesita.
En el presente BioSpain se pone el acento en la colaboración público privada. Desde hace años existe una herramienta, la compra pública innovadora, que no termina de arrancar. ¿Cuál es el problema?
Nosotros creemos que la compra pública innovadora es una herramienta importante para traccionar desde la demanda, pero creo que hay que ir también más allá. Hay áreas en las que nuestro sector básicamente es proveedor del sistema público y un caso claro es el mundo de la sanidad, donde los productos y servicios que fabrican nuestras compañías tienen como cliente final el Sistema Nacional de Salud. Más allá de la compra pública, el sistema, a través de cómo adquiere las tecnologías, también puede traccionar. Abogamos por un enfoque favorable a la innovación y que tenga en cuenta las características del tejido empresarial español. ¿A qué me refiero? A que, en los procesos de compra, las pymes no se vean en desventaja competitiva por el mero hecho de ser pequeñas y medianas. Los procesos deben articularse para que existan lotes a los cuales puedan también concurrir esas pequeñas y medianas empresas.
¿Se intuye que falta confianza con la administración?
A veces las lógicas internas en la administración son aplastantes. Están acostumbrados a comprar productos a un precio unitario en el cual lo que se busca es el más barato posible. En los productos innovadores es difícil extrapolar ese esquema de compra, porque lo que tú ofreces no es una solución estándar, suele tener un valor añadido respecto a otras. Lo que ocurre es que entra en conflicto la innovación con el derecho administrativo, con la Ley de Contratos del Sector Público.
Pero la Ley de Contratos dice que hay que mirar por el precio más económico.
Es cierto. Pero también hay principios en el derecho administrativo que hacen referencia a otros intereses públicos, como puede ser el desarrollo económico. Por otro lado, la solución más ventajosa no siempre es la más barata.