Empresas y finanzas

Industria dará exenciones fiscales a las farmacéuticas que inviertan en fabricación nacional

  • Actualiza Profarma para premiar la fabricación nacional
  • La desgravación máxima de Profarma es el 25% del canon que se paga a Sanidad

Javier Ruiz-Tagle

España no se quiere quedar atrás en la apuesta que hagan las compañías farmacéuticas para impulsar la fabricación de sus productos dentro de la Unión Europea. El Ministerio de Industria está ultimando el plan Profarma correspondiente a los años 2021-2024 y su aprobación será a lo largo del último trimestre del año.

Las consideraciones más importantes de este plan irán en línea con la estrategia política de atraer actividad industrial a España. "Las líneas vertebradoras de este programa pasan por potenciar aquellas actividades fundamentales y que aportan un mayor valor añadido, como la inversión en nuevas plantas industriales y nuevas tecnologías para la producción, fomentando la investigación, el desarrollo y la innovación", explican desde el Gobierno.

Las novedades están enfocadas en las dos nuevas realidades que ha dejado la pandemia. De esta forma, se incorporan al programa las líneas establecidas en la Estrategia Farmacéutica para Europa y el Plan de Recuperación de España. "Profarma quiere reforzar los criterios de valoración de la fabricación de medicamentos considerados esenciales o estratégicos, de fabricación de nuevos antimicrobianos para reducir la amenaza de las resistencias a los antibióticos, y de la investigación, desarrollo y fabricación de medicamentos para la prevención y tratamiento dl Covid", asegura Industria a El Economista.

El plan Profarma categoriza a las empresas farmacéuticas en cuatro grupos: aceptables, buenas, muy buenas o excelentes. En el máximo estatus, las exenciones alcanzan el 25% sobre las aportaciones que debe realizar la industria sobre sus ventas de medicamentos con receta, en virtud de la Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento. Estos pagos son del 2% de las ventas cuatrimestrales, siempre y cuando superen los 3 millones de euros.

Desde el Gobierno también se apunta a que serán claves para acceder a estas desgravaciones políticas económicas y laborales que mejoren la posición internacional de España. "El programa ha de servir de estímulo a las empresas del sector, estableciéndose una serie de objetivos, entre los cuales se cuentan el aumento de sus inversiones en producción y en I+D+i, el incremento del empleo (tanto en I+D+i como en producción), la mejora de la balanza comercial, y el avance en la promoción de un empleo estable y de calidad y en la promoción de la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres", señalan.

Grandes avances

Desde la patronal Farmaindustria, los cambios que sufrirá el plan Profarma son vistos con optimismo. "El plan ha sabido ir adaptando sus criterios de evaluación a las necesidades del país, tanto desde el punto de vista de la estrategia industrial como desde las necesidades sanitarias. En ediciones anteriores se aumentó la valoración de la investigación clínica, terreno en el que se han conseguido grandes avances en los últimos años", dicen en la patronal.

Además, con la vista puesta en el próximo plan, Farmaindustria considera que la adaptación es clave. "Un aspecto fundamental será estimular la capacidad de producir en España medicamentos esenciales o estratégicos. Estamos trabajando con los ministerios de Industria y Sanidad en esta línea, que tendrá consecuencias positivas desde el punto de vista sanitario y también desde el económico y social, por el refuerzo del tejido productivo y el empleo que implicaría", argumentan.

La renovación del plan Profarma será la antesala del gran proyecto que esperan las compañías farmacéuticas y que el Gobierno apoyará. Se trata de un Perte donde la industria invertirá más de 1.700 millones de euros y el Ejecutivo destinará parte de los fondos europeos a potenciar la fabricación nacional de medicamentos considerados esenciales para la población. Como ya adelantó este medio, las conversaciones entre ambas partes se están produciendo, pero el proyecto no verá la luz hasta 2022 (el plazo comunicado es el primer semestre de ese año).

Mientras tanto, las multinacionales farmacéuticas se están moviendo por Europa para instalar en algunos países hubs farmacéuticos. El primer caso lo protagonizó Sanofi en Francia, donde ha constituido una nueva empresa, Euroapi. La compañía se plantea una cartera de 200 tipos distintos de materias primas y calcula que para 2022 facturará 1.000 millones de euros.

También AstraZeneca ha movido ficha. La compañía británica ha elegido Dublín (Irlanda) para crear un hub donde se fabricarán también materias primas de medicamentos. La multinacional ha invertido algo más de 300 millones de euros y creará unos 100 empleos directos.