Empresas y finanzas

José Antonio Tazón, 'padre' y fuente de inspiración de Amadeus

  • El actual presidente no ejecutivo se jubila el próximo 17 de junio
  • Cede el mando en el consejo a William Connelly
  • Los empleados de la tecnológica elogian el liderazgo humano
José Antonio Tazón, presidente no ejecutivo de Amadeus. / Foto Daniel G. Mata

Antonio Lorenzo

Muchas compañías tienen la suerte de parecerse a sus jefes. Es el caso de Amadeus con José Antonio Tazón. La tecnológica vivirá dentro de dos semanas un acontecimiento entrañable en sus 34 años de vida: la jubilación del que forjara al líder mundial en su sector. El mérito no solo reside en llevar la voz cantante entre los proveedores de tecnología para la industria del viaje, con su Sistema de Distribución Mundial de Reservas (GDS) en más de 215 mercados, sino en hacerlo con unos valores que han marcado impronta en la organización.

Tazón abandonará la presidencia no ejecutiva de Amadeus el próximo 17 de junio, fecha de la próxima junta de accionistas de la compañía que fundó hace 34 años. En ese preciso momento, el cofundador de la compañía cederá formalmente el relevo presidencial a William Connelly, actual vicepresidente y también presidente del consejo de administración desde el verano de 2019.

Poco amigo de los focos y los eventos mediáticos, Tazón ha convertido Amadeus en el gigante de gestión de reservas turísticas a golpe de visión, trabajo y tecnología. Y también de discreción. Ahora se jubila después de ocupar su puesto en el consejo desde diciembre de 2008, y tras desempeñar con anterioridad los cargos de presidente y consejero delegado de Amadeus durante 18 años. "Este cambio es parte de un plan general progresivo de renovación y sucesión del consejo que comenzó en 2017", según explicó la compañía a finales de mayo.

"Cada día se sentaba a comer en una mesa distinta para conversar con todos los empleados"

Leridano de 68 años, Tazón es ingeniero superior de Telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Madrid y licenciado en Ciencias Informáticas. Abandonó la España de los 70 para viajar a Estados Unidos al reclamo de su pasión temprana: la tecnología. Aquellos viejos ordenadores, mastodontes que devoraban tarjetas perforadas, fueron la semilla de la digitalización que ahora disfrutamos. Eran tiempos en los que Intel producía sus primeros microprocesadores (Intel 4004), con Bill Gates y Paul Allen licenciando su lenguaje de programación Basic, mientras Steve Wozmak y Steve Jobs trajinaban con el Apple-1. A aquel país de oportunidades llegó Tazón para liderar un proyecto de modernización dirigido, precisamente, a la industria hotelera. Poco después creó el proyecto, las funcionalidades y la estrategia de Amadeus, junto con un equipo de expertos.

El afecto sincero transpira en la sede central del madrileño edificio Iris. Luis Maroto, CEO de Amadeus, destaca a petición de elEconomista las cualidades humanas y profesionales de una persona con la que trabajó estrechamente, tanto bajo su mandato, como consejero delegado, como cuando le sustituyó en el cargo y Tazón pasó a ser presidente. "He conocido y trabajado mano a mano con José Antonio durante 20 años. A lo largo de todo este tiempo, no puedo enfatizar lo suficiente todo lo que he aprendido de este excepcional compañero, guía y mentor, tanto en el plano profesional como personal. Ha sido una fuente constante de inspiración: tanto cuando nos enfrentábamos a retos comerciales o momentos de disrupción, como cuando celebrábamos hitos tecnológicos o éxitos de equipo, José Antonio siempre lograba que los compañeros, incluido yo mismo, diéramos lo mejor de nosotros, e intentáramos siempre superarnos. Y aunque el trabajo o las circunstancias podían ser complicadas y exigentes, su estilo de liderazgo tremendamente humano y su naturaleza afectuosa nos permitían mantenernos centrados. Su humanidad nos ha marcado a todos aquellos que hemos trabajado con él. Personalmente, le voy a echar mucho de menos".

Los compañeros de Tazón, que prefieren el anonimato, tampoco escatiman elogios ante el presidente. "Tiene una habilidad innata para captar la atención y cautivar a todos los presentes cuando habla: es un gran narrador, capaz de explicar de manera sencilla y clara los conceptos más complejos, y siempre con la dosis justa de humor. Además, siempre se toma el tiempo de parar, sonreír y hablar con todo el mundo para ver cómo están. ¡Y se preocupa por las respuestas!". En la firma también se recuerda cuando "solía sentarse cada día en una mesa distinta a comer para así poder hablar con todo el mundo". Sin duda, "sabía cómo escuchar y cómo motivarnos, y su empatía era siempre palpable", añaden.

"José Antonio ha sido siempre una persona cercana llena de humanidad. Recuerdo verle, en los primeros años de Amadeus, lanzando una pelota al aire mientras iba de un lado a otro de la planta pensando, concentrado. Y siempre, independientemente de los problemas o del estrés, si veía a alguien se acercaba a saludar", apunta otro empleado orgulloso de haber estado bajo sus órdenes. "El señor Tazón siempre miró más allá del cargo o del puesto. Se tomaba el tiempo para hablar con los compañeros, escucharles y apoyarles si veía que alguien lo estaba pasando mal. Siempre fue una fuente de amabilidad cuando alguien lo necesitaba", recalca otro trabajador.