Empresas y finanzas

El Corte Inglés emite 600 millones en bonos y el BCE entra como inversor

  • La demanda ha superado en cuatro veces a la oferta
  • El interés será del 3,6%

Javier Romera

El Corte Inglés ha acudido de nuevo a los mercados para financiarse y ha completado con éxito la colocación de bonos senior por importe de 600 millones de euros. La fuerte demanda recibida, que ha superado en cuatro veces la oferta, ha impulsado a la compañía a ampliar su emisión inicial desde los 400 previstos en un principio a los 600 millones de euros.

La emisión se ha realizado a tres años y medio con vencimiento en marzo 2024. Los bonos, emitidos a la par, devengarán un cupón anual del 3,625%. Se trata de obligaciones senior con garantía corporativa que ofrecen una estructura similar a la del bono emitido en 2018.

La emisión, dirigida a inversores cualificados, ha contado con un fuerte apoyo de la comunidad inversora tanto nacional como internacional. Entre los inversores figura el Banco Central Europeo que ha tomado una participación institucional relevante, según ha informado la empresa.

La operación supone un nuevo hito financiero para la compañía, ya que se trata de la segunda emisión con rating asignado. Esta emisión de bonos cuenta con la calificación de investment grade por parte de la agencia Standard & Poor's (BBB-) y con las calificaciones de Moddy's (Ba1) y de Fich (BB+).

Asesores

Los fondos se utilizarán para fortalecer la liquidez del grupo así como para necesidades generales corporativas, incluyendo el repago de deuda. Bank of America Merrill Lynch ha actuado como banco coordinador global y colocador de la operación, con la participación también de BBVA, Banco de Sabadell, Santander, Bankia, BNP Paribas, CaixaBank, Goldman Sachs, Commerzbank, Crédit Agricole CIB, Intesa Sanpaolo, JP Morgan, Société Générale y UniCredit Bank. Como abogados de la operación han trabajado Cuatrecasas y Vinson&Elkins por parte de El Corte Inglés, y Clifford Chance por parte de los bancos.

Recuperación

Aunque el grupo ha conseguido volver a tener ebitda positivo en el segundo trimestre de su ejercicio fiscal (entre el 1 de junio y el 31 de agosto), acumuló unas pérdidas despuésde impuestos de 510 millones de euros en los tres primeros meses del ejercicio (marzo, abril y mayo) marcados por el impacto del coronavirus. Dichas pérdidas, que incluyen unas provisiones de 338 millones de euros, suponen multiplicar por 17 el resultado negativo que tuvo el grupo en el mismo periodo del año pasado, cuando perdió 30 millones de euros.