Empresas y finanzas

Prohibido trabajar durante las vacaciones: desconectar es clave para la productividad

  • A los españoles les cuesta 'desenchufarse' de sus dispositivos electrónicos durante el periodo estival
Imagen: Dreamstime

Ramón Oliver

Los expertos coinciden. Apartar la mente del trabajo durante el periodo vacacional es absolutamente necesario. Estrés, ansiedad o insomnio son algunas de las consecuencias indeseables de no hacerlo. "Las vacaciones son un elemento nuclear del derecho social europeo y su finalidad es contribuir al descanso del trabajador para que pueda rendir el resto del año. La desconexión total durante las vacaciones debería ser el objetivo a perseguir", afirma Fabián Valero, socio director de Zeres Abogados. Presiones, objetivos, cierres, KPIs? Jessica Ortega-Barón, profesora de la UNIR, destaca que desconectar permite "recargar pilas y volver a la rutina descansados y con más fuerza".

Fácil de decir, no tanto de poner en práctica. Según un estudio de la consultora Hays, el 57% de los profesionales sigue atento al móvil o al correo electrónico del trabajo durante sus vacaciones. Los altos directivos y los trabajadores nativos digitales son los que más sufren estas ataduras invisibles durante sus periodos de asueto. "Es un mal endémico. Hay personas adictas al trabajo que son incapaces de desconectar ni siquiera dos semanas. Y la tendencia va en alza", comenta Salvador Sicart, de Hays España.

Otro informe, elaborado por InfoJobs, ahonda en las causas de esa dificultad casi patológica para hacer un paréntesis laboral. Según este portal, el 36% de los encuestados afirma que responde a sus correos electrónicos y atiende llamadas de trabajo durante sus vacaciones porque "se siente en la obligación de hacerlo"; el 34% asegura que obra así porque "su puesto de trabajo lo requiere", y un 14% declara abiertamente que siente la necesidad de "estar al día de todo lo que ocurre en el trabajo", aunque esté de vacaciones. Curiosamente, solo un 1% de las personas preguntadas dijo que su motivación era "ayudar a un compañero".

Responsabilidad

Una de las excusas más socorridas para seguir al pie del cañón cuando no toca es apelar al sentido de la responsabilidad. Muchos profesionales, especialmente los que ocupan cargos directivos, sienten vértigo ante la perspectiva de sacar completamente el trabajo de sus vidas, aunque sea durante unas pocas semanas, no vaya a ser que el mundo se acabe si ellos no están disponibles para impedirlo. Para Sicart, detrás de este pretexto hay síntomas evidentes de mala gestión. "Las ausencias hay que planificarlas. Por muy ejecutivo que seas, si tienes que trabajar todo el tiempo es que algo estás haciendo mal. Tiene que haber una estructura que permita el reparto de responsabilidades. Se necesita saber qué personas van a estar operativas en cada momento, qué personas no y diseñar un plan de contingencias en el que todo el mundo tenga claro a quién llamar en un imprevisto", dice.

Pero no solo los mandos tienen dificultades para cambiar los zapatos por las chanclas. La falta de planificación es un mal que no entiende de jerarquías. Judith Monmany, responsable de Comunicación de InfoJobs, ofrece varios consejos antes de ponerse en modo 'fuera de cobertura'. "Delegar en compañeros aquellas tareas que haya que llevar a cabo de manera imprescindible; informar a los colegas del estado de los proyectos y de la ubicación de los archivos importantes, o avisar a proveedores y clientes de las fechas de nuestras vacaciones y proporcionales de antemano un contacto alternativo", enumera.

"Muchas personas tienen la tentación de comprobar la menudo el email de trabajo"

La nube y los sofisticados dispositivos actuales facilitan mucho la vida de las personas, pero también son un perverso Caballo de Troya que hace que la oficina y sus problemas acompañen a los vacacionistas allá dónde vayan. Monmany subraya que desconexión laboral y desconexión digital están íntimamente ligadas. "Muchas personas tienen la tentación de chequear a menudo los emails de la oficina o el grupo de WhatsApp del trabajo. Aunque sepan que no van a responder correos o haya otras personas a cargo, su mente está pensando en el trabajo, lo que les impide desconectar", lamenta.

Ortega-Barón pide hacer el esfuerzo consciente de no estar permanentemente pendiente del móvil. "Podemos ir a ciertos sitios sin el móvil, o planificar actividades que no incluyan el uso de las tecnologías. Un consejo que ayuda es determinar la hora exacta en la que vamos a hacer una determinada llamada".

Parecen consejos sensatos. Pero en materia de trabajo la desconexión total no depende únicamente del trabajador. Por desgracia, los mensajes tipo: "¿Y cuándo te ibas tú de vacaciones? Buf con el lío que tenemos", acompañados de sacudidas de cabeza, siguen saliendo de las bocas de muchos mandos ante las inminentes vacaciones de sus colaboradores cercanos. Este tipo de indirectas no ayudan. "La empresa debe alentar, facilitar y permitir a sus empleados que desconecten durante sus períodos vacacionales", sostiene Monmany. Esta experta recuerda como en Francia, país pioneros en regular el derecho a la desconexión, ya se prohíben las comunicaciones fuera del horario laboral, se evita que los empleados reciban comunicaciones en periodo vacacional o incluso se habilitan "sistemas de avisos a los empleados que se conectan más de un determinado número de veces fuera del horario laboral".