Empresas y finanzas

Fitch rebaja tres escalones más la nota de OHL por el riesgo de reestructuración

    José Antonio Fernández Gallar, consejero delegado de OHL

    Javier Mesones

    Fith ha rebajado el rating de OHL tres escalones, desde CCC+ a CC, al considerar que existe un fuerte incremento del riesgo de reestructuración de los bonos de la compañía, que ha contratado a JP Morgan y Houlihan Lokey para analizar alternativas a su estructura de capital. Asimismo, la agencia de calificación norteamericana advierte de que la pandemia por la Covid-19, puede seguir deteriorando la liquidez disponible de la compañía en los próximos 12 meses.

    La agencia de calificación considera probable que OHL tenga que entrar en un proceso de modificación de los términos y condiciones de los folletos de los bonos (en cualquier momento de los próximos 12 meses). En la actualidad, OHL tiene un saldo vivo en bonos de 593 millones de euros, distribuidos en dos emisiones, una con vencimiento en 2022 y un saldo vivo de 323 millones y otra que vence en 2023 y 270 millones de saldo.

    A pesar de hundir a la constructora aún más en el bono basura, Fitch resalta la posibilidad de mejorar otra vez el rating si OHL despeja el "riesgo de restructuración". Según fuentes del mercado, la agencia de calificación habitúa a colocar con una nota de CC o C a aquellas empresas que abordan reestructuraciones como la que ha emprendido la compañía que dirige José Antonio Fernández Gallar.

    OHL, por el momento, está diseñando los términos del plan de reestructuración. Entre las opciones se contempla la ampliación del plazo o incluso una amortización parcial a cambio de capital.

    En su informe, Fitch destaca también que OHL ha logrado el apoyo por parte de las entidades financieras con una financiación de 140 millones de euros respaldada por el Gobierno a través de los avales del Insituto de Crédito Oficial (ICO).

    Activos en venta

    Asimismo, admite que el grupo cuenta con una cartera diversificada en mercados estables y tiene activos que pueden suponer potencial entrada fondos como el Old War Office de Londres y el Proyecto Canalejas, en Madrid, mejorando su estructura financiera, pero no incorpora estos activos en sus cálculos hasta que no se materialice su venta.