Conservar la biodiversidad: el reto de las empresas
- Endesa contempla la conservación de la biodiversidad en sus políticas desde 1998
- En 2019 la emisión de gases de efecto invernadero de la compañía fueron un 45% inferiores que en 2018
Laura Bartolomé
La pérdida actual de biodiversidad y los cambios derivados en el medio ambiente se producen a una velocidad hasta ahora desconocida en la historia de la humanidad, y no hay indicios de que este proceso se esté ralentizando. La Comisión Europa acaba de publicar el pasado 20 de mayo la Estrategia Europea de la Biodiversidad, con el lema Devolver la naturaleza a nuestras vidas, donde apunta que la naturaleza está en crisis y donde proponen objetivos vinculantes de restauración de la naturaleza como la reducción del uso de pesticidas químicos, la adopción de prácticas agroecológicas, así como la reducción o eliminación de la captura secundaria de poblaciones de especies en peligro de extinción o en mal estado de conservación o ambiental, entre otras.
La sobreexplotación de recursos y organismos en la tierra y en el mar, el cambio climático, la contaminación y las especies exóticas invasoras son los cinco principales culpables directos de la pérdida de biodiversidad. Esta pérdida tiene efectos negativos sobre varios aspectos del bienestar humano, como la seguridad alimentaria, la vulnerabilidad ante desastres naturales, la seguridad energética y el acceso al agua limpia y a las materias primas.
Por ello, la 15ª Conferencia de las Partes que se celebrará en Kunming (China) del 5 al10 octubre busca alcanzar un Convenio sobre la Diversidad Biológica, para crear un marco global para después de 2020, donde la Unión Europea aspira a tener un papel fundamental en la negociación, para alcanzar un nuevo marco de Gobernanza que permita identificar y garantizar la implementación plena, coherente y coordinada de todas las obligaciones y compromisos relacionados con la biodiversidad.
El objetivo es construir un enfoque integrado de toda la sociedad, alentar a las empresas a actuar según sus niveles de responsabilidad o utilizar sus programas de participación para invertir en la naturaleza; integrar criterios ambientales y de biodiversidad; aplicar la jerarquía de mitigación; y medir los impactos (huella) de productos y organizaciones en el medio ambiente.
De esta forma, Endesa ha sido considerada como la única empresa del sector energético de España que consigue por segundo año consecutivo el triple sello 'Calculo+Reduzco+Compenso' por el registro de su Huella de Carbono. Estos sellos, concedidos por la Oficina Española de Cambio Climático del Ministerio de Transición Ecológica, distinguen a aquellas organizaciones que no solo calculan sus emisiones de gases de efecto invernadero, sino que cuentan también con un plan para su reducción y compensación.
La compañía energética cuenta, además, con una política clara, transparente y muy exigente en el objetivo de alcanzar un modelo libre de emisiones. En 2016, tras la adopción del Acuerdo de París, hicieron público el objetivo de alcanzar un mix de generación totalmente descarbonizado en 2050 y hace solo unos meses se comprometieron a alcanzar una reducción del 70% en la emisión específica de CO2 para el año 2030 con respecto a 2017, un objetivo que da respuesta al llamamiento de Naciones Unidas sobre la necesidad urgente de incrementar la ambición climática. Así, el pasado año, sus emisiones de gases de efecto invernadero fueron un 45% inferiores a las de 2018, un nivel que supone una reducción del 66% respecto a 2005.
En cuanto a la conservación de la biodiversidad, Endesa ya contaba con ello desde mucho antes. La compañía contemplaba la conservación de la biodiversidad en su primera Política Medioambiental aprobada y publicada en 1998 donde establecía como uno de los principios de referencia "conservar el entorno natural de sus instalaciones mediante la adopción de medidas para proteger las especies de fauna y flora y sus hábitats".
De esta forma, en el año 2012 se diseñó la estructura de un Plan para la Conservación de la Biodiversidad, y en el año 2013 se empezó a poner en práctica, y, desde entonces, se desarrollan en torno a 25 proyectos anuales de protección y conservación de la Biodiversidad sobre especies amenazadas, espacios y hábitats, aumento del conocimiento científico, puesta en valor de la biodiversidad y desarrollo de herramientas que ayudan a entender la interacción de la biodiversidad con la actividad que Endesa desarrolla. Así, este mismo año la compañía ha publicado su primera Política de biodiversidad aprobada directamente por su consejero delegado y ha constituido el Comité de Biodiversidad de Endesa donde participan los diferentes negocios que integran la compañía.
Proyectos
Desde Endesa están llevando a cabo multitud de proyectos destinados a conservar la biodiversidad y proteger la fauna propia de cada comunidad Autónoma. Algunos de ellos son: El proyecto Endesabats en Galicia. Con este estudio se pretende mejorar el conocimiento y la conservación de los murciélagos cavernícolas, de sus requerimientos ecológicos y su relación con el funcionamiento de las instalaciones de Endesa. Poner en valor la importancia de estas infraestructuras para las especies de quirópteros amenazados, además de proponer medidas de gestión para procurar su conservación y su presencia en este tipo de instalaciones.
Por otro lado, en Cataluña se encuentra el proyecto PAS, cuyo objetivo es favorecer la población reintroducida en el pirineo del buitre negro, el quebrantahuesos y el alimoche. En el caso de Andalucía, se garantiza la expansión de la población reproductora del águila pescadora en la provincia de Cádiz, especialmente en la bahía de Cádiz y los embalses como Bornos y Arcos de la Frontera. De esta manera, Endesa participa junto a Migres en el objetivo de 100 parejas para 2025.
Asimismo, la Fundación Endesa ha puesto en marcha un proyecto junto a Birding Natura, empresa dedicada a la protección de la naturaleza y la biodiversidad, para el desarrollo de emisores geolocalizadores mediante tecnología avanzada con el objetivo de conservar y proteger la avifauna que habita en las líneas de alta y baja tensión de Endesa, concretamente del águila perdicera, un ave rapaz que se encuentra en peligro de extinción.
Para facilitar su seguimiento se instalará dispositivos emisores capaces de proporcionar los datos necesarios para su posterior estudio. En la primera fase de este proyecto, ya puesto en marcha, se trabaja principalmente en la preparación de los prototipos de los dispositivos. La siguiente fase es la de testeo, que consiste en la instalación de 10 emisores geolocalizadores, 5 en ejemplares adultos de águila perdicera, y los otros 5 se colocan en pollos de la especie.
La instalación de los emisores en los 5 ejemplares adultos se llevará a cabo en Catalunya, preferentemente en ejemplares residentes en las provincias de Lleida (área del Prepirineo) y Girona (área de l'Empordà), ya que son las provincias catalanas en las cuales se tienen menos datos del comportamiento de esta especie. Por otra parte, la instalación de los emisores en los 5 pollos de águila perdicera se llevará a cabo en Aragón, preferentemente en ejemplares nacidos en la provincia de Huesca, ya que es la provincia aragonesa en la cual existen menos parejas y, por lo tanto, menos datos.