La CNMC pasa a Ribera los cierres de La Robla y Andorra
Rubén Esteller
El Ministerio de Transición Ecológica tiene que tomar la decisión definitiva del cierre de las centrales de carbón de La Robla, de Naturgy, y de Andorra de Teruel, de Endesa, después de que la CNMC haya dado su visto bueno al desmantelamiento de estas plantas.
Red Eléctrica ha dado ya el visto bueno a los cierres de Teruel, Compostilla, La Robla, Puentenuevo, Narcea y Meirama y ahora tendrá que ser la CNMC la que poco a poco vaya dando sus autorizaciones y, posteriormente, el Ministerio de Transición Ecológica el que vaya notificando estos cierres a sus propietarias, que deberían llevarse a cabo antes de julio de este año. Los cierres de estas plantas además coincidirán con la renovación de la licencia de operación de Almaraz por otros 10 años más.
Europa se debate ahora mismo en si la situación que ha generado el coronavirus supondrá una recorte de la inversión en renovables y una mayor vida para el carbón o al revés, que se acelere la transición energética. Por el momento, el Ministerio de Transición Ecológica ha defendido un mayor impulso e incluso reclama un escenario 100% renovable, pero todavía no ha librado los permisos necesarios para estos cierres.
En el caso de la planta de Endesa, la eléctrica pidió el cierre el 19 de diciembre de 2018 y desde entonces ha tenido que pasar por una serie de trámites para poder desconectarse de la red el 30 de junio y afrontar su desmantelamiento durante los siguientes cuatro años. La de Naturgy pidió el cierre el 20 de diciembre.
El desmantelamiento de las centrales supondría la reducción en las semanas más críticas de un valor del orden de 5.390 MW en 2019 y 4.488 MW en 2020. Un valor de potencia de fallo superior a 5.390 MW tiene una probabilidad de ocurrencia muy reducida (del 0,01%) y un valor de potencia de fallo superior a 4.488 MW tiene una probabilidad de ocurrencia del 0,1%.