Abre en Segovia la primera fábrica de munición biodegradable del mundo
- Utiliza un polímero de origen vegetal patentado en 55 países
- Exportará el 80% de la producción, unos 40 millones de cartuchos
Tomás Díaz
La firma biotecnológica BioAmmo ha culminado una inversión de 8 millones de euros para abrir la primera fábrica de cartuchos biodegradables del mundo, destinados a la caza y el tiro deportivo, en la localidad segoviana de Santa María la Real de Nieva.
Impulsada por el empresario Enrique López-Pozas, la iniciativa ha contado con financiación de la Junta de Castuilla-La Mancha, de Bankia y otros inversores privados.
La fábrica se levanta sobre una extensión de 3 hectáreas de terreno, con posibilidad de ampliación hasta las 13 hectáreas. Ya da empleo a 25 trabajadores y la cifra debería duplicarse en unos meses. De acuerdo con el pan de negocio, facturará 10 millones el primer año y exportará el 80% de la producción.
Polímero de origen vegetal
La compañía destaca en un comunicado que es la única firma que ha logrado fabricar cartuchos a partir de polímeros 100% de origen vegetal, biodegradables y compostables en un plazo de 6 a 24 meses.
La munición es respetuosa con el medio ambiente y, según la compañía, ofrece un rendimiento superior a sus equivalentes convencionales en cuanto a velocidad y presiones. Posee la patente AAA para el uso del material bioplástico en municiones en España y otros 55 países. De momento tiene pedidos para EEUU, Reino Unido, y países del norte y este de Europa.
Para dar respuesta a la creciente demanda de productos sostenibles, la fábrica ampliará la actividad de uno a tres turnos para que la factoría se mantenga en funcionamiento de forma ininterrumpida durante las 24 horas del día los 7 días de la semana para alcanzar una producción anual de 40 millones de cartuchos.
BioAmmo sostiene que "abre la veda" para aplicar la normativa sobre plásticos de un solo uso al sector de los cartuchos de caza.