Empresas y finanzas
Endesa recurre la tasa de retribución a las redes en la Audiencia Nacional
- Acepta la metodología del Wacc, pero rechaza la forma para poder calcularla
Rubén Esteller
Endesa ha presentado un recurso contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional contra la Circular 2/2019 que establece la metodología de cálculo de la tasa de retribución financiera de las actividades de transporte y distribución de energía eléctrica, y regasificación, transporte y distribución de gas natural.
El recurso, que se sigue por la Sección 4 de la mencionada Sala, emplaza a los interesados para que puedan personarse en el plazo de los nueve días.
La eléctrica está de acuerdo con la utilización de la metodología Wacc para el cálculo de la retribución financiera pero, por contra, no comparte el cálculo de la misma, que fija la retribución en el 5,58% para las redes.
La metodología Wacc minimiza la incertidumbre regulatoria, dado que es fácilmente replicable
La principal novedad de esta Circular consiste en establecer una metodología explícita para el cálculo de la tasa de retribución financiera, basada en el Wacc (Weighted Average Cost of Capital o Coste Medio Ponderado de Capital).
Según el concepto del Wacc, el coste de capital se representa por la suma ponderada de los costes de los fondos propios y de la deuda, donde la ponderación refleja el peso de cada recurso sobre el total de la financiación. Así, el Wacc refleja el coste de la deuda y la rentabilidad exigida por los accionistas que proveen capital a través de los fondos propios.
La metodología Wacc refleja la realidad de los mercados de capital donde encuentran su financiación las empresas reguladas. Por ello, una remuneración de las inversiones con una rentabilidad igual al Wacc implica que la empresa podrá obtener los fondos necesarios para llevar a cabo las inversiones previstas, asegurando su continuidad y expansión.
Además, la utilización de esta metodología Wacc minimiza la incertidumbre regulatoria, dado que es fácilmente replicable. De esta manera, explicaba la CNMC, se facilita la predictibilidad de las tasas de retribución futuras y se contribuye a generar un entorno más estable y predecible que favorezca la inversión. Esta metodología supone una diferencia sustancial con respecto a la tasa de retribución financiera aplicada en el periodo regulatorio, que se basaba en el valor del rendimiento del bono a 10 años más un diferencial.