Empresas y finanzas

"JP Morgan estaría bien si dejásemos de hablar de la maldita nacionalización de bancos"

    Jamie Dimon, CEO de JP Morgan, en Davos. <i>Foto: Reuters</i>


    El consejero delegado de JP Morgan, Jamie Dimon, ha afirmado hoy que la entidad tiene "capital de sobra" para afrontar la crisis, a pesar de los malos resultados que presentó la semana pasada. Además, Dimon declaró que le gustaría que los gobiernos dejasen de hablar de nacionalizar bancos. "JP Morgan estaría bien si dejásemos de hablar de la maldita nacionalización de los bancos", indicó.

    Durante el Foro Económico Internacional que se celebra estos días en la localidad suiza de Davos, Dimon señaló que el banco estadounidense mantiene su solidez y, para demostrarlo, señaló que en los últimos 90 días ha prestado un total de 150.000 millones de dólares en el mercado interbancario, tanto a entidades estadounidenses como europeas.

    Sin embargo, el directivo reconoció que la situación "asusta, porque al final del día tienes que sobrevivir".

    En este sentido, calificó de "muy decepcionantes" los resultados correspondientes al cuarto trimestre de 2008, periodo durante el que ganó un 76% menos. Según Dimon, esto significa que incluso el banco que ha "evitado lo peor de la crisis" se está viendo afectado, aunque confió en que a finales de año se empezará a remontar.

    En cuanto a si pensaban acometer nuevas adquisiciones en los próximos meses, el CEO de JP Morgan descartó esta posibilidad, y aseguró que la compañía estaba muy ocupada absorbiendo las últimas compras.

    Por otra parte, Dimon reconoció que los banqueros habían hecho "algunas cosas realmente estúpidas" que han acabado con provocar la actual situación financiera, como conceder préstamos de alto riesgo, pero también criticó a funcionarios y reguladores. "Aún no he visto que se junte a toda la gente indicada en una sala, cierren la maldita puerta y salgan con una solución", sostuvo.

    El consejero delegado de JP Morgan también se refirió a la posibilidad de crear un banco malo que compre los activos tóxicos de las entidades con problemas. En su opinión, "si se ejecuta bien y se desarrolla adecuadamente, será bueno".