Corrochano ofreció a Villarejo utilizar BBVA México para sus espionajes
Eva Díaz, Fernando Tadeo
El exjefe de Seguridad de BBVA, Julio Corrochano, y el excomisario José Manuel Villarejo despachaban de forma clara y sin tapujos todos los asuntos relativos a las presuntos espionajes que encargaba el banco.
De hecho, en diciembre de 2009, Corrochano llegó a ofrecerle a Villarejo que se sirviera de la filial que el banco tiene en México para llevar a cabo las investigaciones encomendadas, según se desprende de una grabación que realizó el excomisario de una conversación que ambos mantuvieron en dichas fechas.
En esos momentos, cercanos a la navidad, el banco que entonces presidía Francisco González, ya había encargado días antes al expolicía que investigara si el constructor Fernando Martín y el entonces presidente de Colonial, Luis Portillo, ocultaban patrimonio en el extranjero. Para este encargo, y con el fin de ocultar pruebas que relacionar a BBVA con Villarejo -tal y como se desprende de la conversación-, la entidad contrató al despacho de abogados Simmons & Simmons para realizar el encargo a través del bufete. El banco quería conocer el patrimonio de los empresarios, puesto que supuestamente debían dinero a la entidad, Fernando Martín unos 80 millones de euros y Portillo, unos 60 millones.
Con el fin de conocer los activos de ambos empresarios, Corrochano aseguró a Villarejo que tenía una buena "base de datos" en México. "Por eso te digo, que si tienes que hacer alguna gestión en México o algún movimiento de cuentas me lo dices, por mirar", aseguró el entonces jefe de Seguridad del banco al excomisario. Además, Corrochano añadió: "Que tengo allí al director de Seguridad... que lo mandé yo para allá". Dijo en referencia a que fue él quien colocó al jefe de Seguridad en la filial de BBVA en el país azteca.
Villarejo, ante este ofrecimiento, le contestó que en ese momento su equipo estaba verificando el círculo de personas más cercanas a los dos empresarios, aunque añadía que tanto Martín como Portillo eran "muy desconfiados" y "gente de familia".
Relación de los expolicías
El juez del Juzgado de Instrucción Número 6 de la Audiencia Nacional ha imputado a Julio Corrochano por su presunta implicación en los encargos de espionaje. Corrochano, que también ejerció como Policía antes de ser fichado por el banco en 2002 como jefe de Seguridad, hacía de intermediario directo entre la entidad y el excomisario, según se desprende de las conversaciones que grabó el exinspector y de los documentos que guardó sobre las investigaciones.
De hecho, Villarejo también grabó el encuentro que mantuvo en el bufete Simmons & Simmons con dos abogados del despacho y parte del equipo jurídico del banco y fue el propio excomisario quien aseguró que comenzó a trabajar para BBVA porque entró de la mano de Corrochano. El exinspector -que permanece en prisión desde noviembre de 2017 por el caso Támden- aseguró que conocía al entonces jefe de Seguridad del grupo financiero desde jóvenes, puesto que los dos coincidieron destinados en el País Vasco en una de las épocas de mayor actividad de la banca terrorista ETA.
Asimismo, Villarejo también aseguró antes los abogados de BBVA en ese encuentro que ya había trabajado antes para el banco y siempre había tenido "éxito" en los encargos que le fueron encomendados.
Del total de los ocho imputados por el magistrado en la presunta trama de espionaje protagonizada por el banzo azul, es sobre Corrochano sobre el que está puesto el foco con mayor intensidad. El juez Manuel García Castellón pidió a inicios de este mes para el investigado prisión eludible bajo fianza de 300.000 euros y le retiró el pasaporte para que no saliera del país. Sin embargo, no aplicó ninguna medida cautelar sobre el resto de los otros directivos y exdirectivos del grupo financiero imputados. Corrochano pasó el pasado viernes la fianza para evitar la cárcel.
El número de investigados, presuntamente, por el banco crece a medida que avanzan las investigaciones y salen a la luz nuevos datos, pese a encontrarse la causa bajo secreto de sumario. La asociación de usuarios de bancos cajas y seguros (Adicae) solicitó al juez el pasado jueves personarse en la causa en calidad de afectado después de que se conociera que BBVA, en 2017, encargó al banco investigar a los críticos con el entonces presidente Francisco González de cara a la celebración de la Junta General de Accionistas, según publicó El Mundo. Entre ellos, estaba Adicae.
Marcha atrás del banco
Mientras BBVA da marcha atrás en sus luchas judiciales -ha retirado la acusación particular en el caso Aubanc, una de las más importantes para mantener el proceso-, las presuntas víctimas del banco comienzan a sumar acciones judiciales contra el mismo. La entidad ya suma cinco querellas en su contra por los presuntos casos de espionajes.
Además de Adicae, también le mantiene denunciados ante la Audiencia Nacional el exministro de Industria, Miguel Sebastián; el expresidente de Sacyr, Luis del Rivero (puso una querella conjunta con los exdirectivos de BBVA Vicente Benedito y José Domingo de Ampuero); y el que fue vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Carlos Arenillas.