Empresas y finanzas

Cardumen Capital cierra cuatro operaciones con su fondo para tecnología puntera


    Araceli Muñoz, Rubén Esteller

    La gestora Cardumen Capital pisa el acelerador y ha cerradodos nuevas inversiones en lo que va de año. La última ha sido en MultiVu, una startup israelí que ha desarrollado un sistema de reconocimiento facial en 3D, una de las herramientas más buscadas por los fabricantes de dispositivos móviles. En esta ronda de financiación –que ha ascendido a 7 millones de dólares (X millones de euros, al cambio actual) han participado también otros inversores como la plataforma OurCrowd y Junson Capital.

    Esta operación ha llegado apenas unos meses más tarde de la de Coretigo, un proveedor de soluciones de conectividad inalámbricas para ordenadores industriales (PLC, por sus siglas en inglés). La compañía ha recibido en total 10 millones en una ronda en serie A liderada por Qualcomm Ventures junto a Sierra, Magma y Meron, que se unen a Cardumen.

    Estas dos inversiones se suman a las dos realizadas por Cardumen el pasado año: Binaris y Humavox. La primera permite a sus usuarios, grandes compañías de Internet como Spotify o Booking, utilizar la nube sin necesidad de tratar con servidores. En esta compañía también invirtieron Dell y Lightspeed Ventures.

    Humavox, por su parte, es una solución inalámbrica para la recarga de dispositivos a través de RDF. La tecnología de Humavox ofrece una carga óptima y efectiva, sin necesidad de cables, que se adapta a todo tipo de dispositivos y productos. En la ronda de inversión también ha participado Stanley Black & Decker.

    Impulsar el ecosistema israelí

    Con estas operaciones, el fondo liderado por Gonzalo Martinez de Azagra e Igor de la Sota avanza en su objetivo de facilitar el acceso a los inversores al ecosistema de innovación israelí, uno de los más avanzados del mundo. Cardumen se puso en marcha a finales de 2017 como el primer fondo hispano-israelí para invertir en empresas que desarrollen tecnología puntera (deep tech). Su objetivo, según los fundadores, es convertirse en un referente en el país y ser un nexo de unión para las inversiones entre España e Israel. El tamaño del fondo es de 50 millones. Su hoja de ruta pasa por invertir en unas 10 compañías en diferentes rondas de inversión con un ticket medio de 4,2 millones de euros por empresa, aproximadamente. A caballo entre España e Israel, el fondo cuenta con oficina en Madrid y Tel Aviv, desde donde dirigen las inversiones en tecnología testada y evaluada.

    En palabras del presidente de la Cámara de Comercio España-Israel, Gil Gidron, explicó a este diario la importancia de desarrollar esta iniciativa ya que facilitará "a las empresas españolas el acceso a la tecnología innovadora". "Queremos que sea un puente tecnológico entre España e Israel", añadió Gidron.