Agro

Inquietud en el sector de los fertilizantes por la nueva regulación

  • Los suelos agrarios pueden convertirse en "vertederos de residuos"
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Rafael Daniel

La economía circular, los problemas con el reconocimiento mutuo o la agilización de los procesos de aprobación de nuevos productos no pueden ser los motivos para que "determinados residuos que no son seguros ni válidos para la nutrición de las plantas se puedan emplear en la agricultura sin ningún control", según advierte la Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (Anffe). Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agro

En su opinión, la actual definición sobre productos fertilizantes incluida en la propuesta de Reglamento puede producir confusión en el agricultor, ya que engloba a diversos tipos de productos, con diferentes funciones. Por ello, debe quedar muy clara la distinción entre los fertilizantes -productos que aportan nutrientes para el crecimiento de las plantas- y otros tipos de productos -enmiendas, medios de cultivo, aditivos agronómicos o bioestimulantes-, que tienen funciones diversas, tales como estimular determinadas funciones de las plantas, tener efectos sobre el suelo, etc.

La asociación añade que para que los fertilizantes sean eficaces los nutrientes deben estar en formas que sean asimilables por los cultivos y además deben tener unos contenidos de nutrientes adecuados y no tan bajos como los que se han propuesto para algunos casos. Asimismo, en el Reglamento debe fijarse un contenido mínimo para la suma de nutrientes principales, para evitar que los suelos agrícolas se conviertan en vertederos de residuos con escaso valor agronómico.

Eficacia e inocuidad

Por ello, la industria española de fertilizantes afirma que es imprescindible que los productos demuestren, previamente a su comercialización, tanto su eficacia agronómica como su inocuidad. De esa manera se evitará el desvío a la agricultura de los residuos que no aportan ningún valor agronómico o de algunos elementos que pueden ser peligrosos para la salud o el medio ambiente, especialmente algunos residuos o coproductos de ciertas industrias o actividades. Además, no se puede dejar que sea el propio agricultor el que tenga que valorar la calidad de unos productos de los cuales desconoce las materias primas y los procesos de producción con los que han sido fabricados.

Asimismo, consideran que los sistemas para la verificación de la conformidad de los productos que se han incluido en la propuesta son muy confusos y no ofrecen las adecuadas garantías ya que se permite que el mismo fabricante sea el que garantice que ese producto es eficaz y seguro.

Anffe considera que se debe incluir en el futuro Reglamento un listado de todos los fertilizantes que están recogidos actualmente en el Reglamento 2003/2003, dado que ya se ha demostrado debidamente su eficacia.

Desde la asociación de fertilizantes se muestra también la preocupación por la rapidez con la que se quiere aprobar el reglamento, enero de 2018, "cuando es un asunto que requiere mucha discusión tanto en el Consejo como en el Parlamento".