Agro

La lucha contra el coronavirus saca de nuevo los tractores a la calle

  • Cientos de agricultores colaboran en la fumigación de calles y plazas para detener la pandemia
  • La pandemia hunde al sector de la flor cortada y las ventas de corderos y cochinillos
  • Las cooperativas intensifican su actividad para garantizar el abastecimiento
Cientos de agricultores están colaborando en las tareas de fumigación

Rafael Daniel
Valladolid,

El sector agrario se está volcando en mantener la actividad para asegurar la provisión de alimentos ante la crisis generada por el coronavirus, una situación que está permitiendo además mostrar la cara más solidaria de los agricultores, que están colaborando en la fumigación de calles y plazas. Mientras, la situación de alarma golpea a la fresa, las flores o el ovino.

Los tractores han vuelto a las calles españolas. En esta ocasión no ha sido para reclamar precios justos o una garantía de supervivencia para el sector, sino para colaborar con las administraciones en la lucha contra el coronavirus fumigando calles y plazas en los pueblos con sus equipos de plaguicidas.

Desde Almendralejo (Badajoz) hasta Lérida pasando por Ciudad Real, Toledo, Madrid, La Rioja, Jaén, Málaga o Cádiz los empresarios agrarios han puesto a disposición alcaldes, delegados de Gobierno y Administraciones regionales sus equipos de maquinaria y su trabajo con el fin de ayudar a frenar la propagación del virus en los espacios abiertos de municipios y ciudades.

Una mezcla de hipoclorito y agua, similar a la lejía, es lo que se está usando para desinfectar los espacios públicos exteriores, según informaban desde Asaja. Con los tractores y atomizadores se pretende frenar la propagación del virus, ya que el empleo de este tipo de maquinaria es mucho más eficiente que el tratamiento realizado con equipos individuales. Desde las oficinas de Asaja se elaboran listados de agricultores que quieren colaborar y se ponen a disposición de las autoridades para coordinas las tareas.

"Los agricultores y ganaderos no somos ajenos a los momentos tan complicados que vive toda la sociedad y queremos contribuir con nuestro granito de arena. Saldremos allí donde se nos necesite para luchar contra este virus que nos ha afectado a todos" asegura el presidente de ASAJA-Lérida, Pere Roque.

La crisis del coronavirus está mostrando la cara más solidario de un sector que no ha dudó en posponer sus reivindicaciones para volver al tajo y garantizar la producción de alimentos en un momento de alarma social por la pandemia que vació los lineales de los supermercados.

No sólo es este el único frente que ha movilizado al sector para luchar contra la pandemia. Tras la declaración del Estado de Alarma, las más de 3.000 cooperativas agroalimentarias repartidas por todo el territorio nacional han intensificado su actividad para garantizar la producción de materias primas. el abastecimiento de alimentos a la población.

En esta línea de garantizar el suministro de alimentos, desde la Unión Regional de Cooperativas de Castilla y León (Urcacyl, destacaban el "gran esfuerzo" que están realizando estas compañías en un doble sentido. Por un lado, dando cobertura para que las explotaciones de sus socios puedan seguir desarrollando la actividad agrícola (siembras, abonados, tratamientos…) y ganadera (piensos, ordeño, recogida de leche y de ganado…), y por otro para suministrar al mercado y a los consumidores productos acabados en sus plantas, mataderos, fábricas y salas de despiece: hortícolas, frutas, vinos, miel, piñones, azúcar, cárnicos, quesos y lácteos.

Precisamente, la declaración del Estado de Alarma había generado preocupación tanto en organizaciones agrarias como en los distintos operadores del sector ante el temor de que el confinamiento y la paralización de la actividad, excepto las consideradas como prioritarias en la producción al restringirse el movimiento y distribución de semillas y plantas de vivero, productos fitosanitarios, otros medios de defensa fitosanitaria y fertilizantes, y cualquier otro tipo de insumo, claves para garantizar la cadena alimentaria y el abastecimiento de los mercados.

La duda quedó poco después despejada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que corroboró la apertura del comercio detallista o de las cooperativas para la venta de insumos, como son la utilización de fertilizantes, productos fitosanitarios, semillas y plantones, productos veterinarios o piensos, sal, hielo, pertrechos, etcétera.

Cierre de fronteras

Otra de las preocupaciones del sector es el impacto del cierre de fronteras para el funcionamiento de la cadena. Aunque se garantiza el transporte de mercancías, la medida está teniendo impacto en la actividad de la recogida de fresas en la provincia de Huelva, donde se ha paralizado la llegada de 10.000 mujeres marroquíes para cubrir la campaña.

Para la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), la situación puede convertirse en una oportunidad de encontrar trabajos a aquellos residentes en la provincia que han perdido su empleo por la avalancha de ERTES que se están presentando por la parada de la actividad. Para ello, la organización agraria ha abierto en su página web formularios tanto para los empresarios agrícolas que necesiten mano de obra como para los posibles demandantes de un puesto de trabajo.

El sector agrario no está siendo ajeno a los efectos del coronavirus. El cierre de bares y restaurantes y la suspensión de celebraciones están golpeando especialmente a la ganadería de ovino, porcino y caprino y al sector de flores cortadas.

Así, en Comunidades como Castilla y León, Asaja advierte de que ya se está detectando un hundimiento de la demanda de lechazos por parte de los intermediarios, que no quieren cerrar operaciones al estar paralizado su canal principal de venta, la hostelería, y también por la imposibilidad de que haya celebraciones familiares o de otro tipo, para respetar las medidas de cuarentena.

También los cochinillos

El desastre que está ocasionando el cierre total de la hostelería por la crisis sanitaria del COVID-19 está ya repercutiendo gravemente en las explotaciones ganaderas especializadas en la producción de cochinillos, ubicadas muy principalmente en las provincias de Segovia y Ávila, aunque también presentes en el resto del territorio. Explotaciones que por su estructura y tamaño difícilmente pueden dar continuidad a la cría de los animales mediante el cebo, además de que en no pocos casos son explotaciones que tienen protegida la calidad de sus producciones mediante marcas de garantía.

La única salida, en la situación actual, que tiene la importante producción de cochinillos que ahora no se consumen, no es otra que la congelación y almacenamiento, con el sobregasto que conlleva esta arriesgada práctica en la actualidad y la incertidumbre de los tiempos que corren. Por ello, desde Asaja pide a las administraciones que se estudien con urgencia posibles soluciones, como apoyo al almacenamiento, para una producción que prácticamente en su totalidad no tiene hoy por hoy salida al mercado.

La situación también es muy complicada en el sector de la flor cortada, "uno de los grandes olvidades" en esta crisis.

Los productores de flores han visto clausurados sus puntos de comercialización, la venta de flores y plantas ornamentales se ha hundido y los miles de profesionales que viven de las flores están sumidos en la desesperación, según ha denunciado la organización agraria UPA.

Y es que es en estas semanas de primavera donde se suele comercializar más del 50% de la producción anual, cuyo valor en España ronda los 900 millones de euros, de los que casi 300 millones se exportan.

España destina más de 1.200 hectáreas a la producción de flores, y casi 5.000 a la producción de plantas ornamentales, con miles de profesionales que ahora afrontan la "ruina total". La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha pedido al Gobierno que no olvide a los productores de flores, un sector especialmente afectado por esta dramática crisis.

"Sin Fallas, sin Semana Santa, sin Día del Padre –y ya veremos el Día de la Madre- y sin miles de fiestas que se han cancelado en toda España las pérdidas que afrontamos son totales", señalan desde la organización agraria. "Pedimos que no se abandone a su suerte a los productores de flores. Todo el mundo se acuerda de las flores para celebrar, agasajar y recordar. Ahora pedimos que nos recuerden a nosotros y nos ayuden un poco", concluye la organización agraria.