Renfe da el pistoletazo de salida a las huelgas del verano. CCOO ha llamado a toda la plantilla del operador ferroviario a parar el próximo 15 de julio, en plena operación salida, para forzar a la dirección a llegar a un acuerdo encaminado a mejorar sus condiciones laborales. En concreto, el sindicato reclama más empleo, menos jornada y consolidación salarial. La huelga, que se puede repetir en agosto, coincide con el cambio de quincena en el periodo vacacional, lo que supone que se cancelarán trenes en un día con gran actividad. El paro de 24 horas se ha convocado tras romperse las negociaciones con la cúpula de Renfe por lo que hay que esperar a que el Ministerio de Fomento fije los servicios mínimos de la jornada para saber cuántos trenes se cancelarán. De todas formas, es difícil que llegue a haber un verdadero caos, ya que el operador suele recolocar los pasajeros en otros trenes y porque el 15 de julio cae en lunes, por lo que el grueso de los desplazamientos se esperan para el fin de semana. "Las conversaciones se han roto porque la empresa se niega a llegar a un acuerdo, pero estamos abiertos a sentarnos a negociar en cualquier momento", explican fuentes de CCOO. En este punto, ratifican que "no se descartan nuevas convocatorias durante el mes de agosto en Renfe, que podrían extenderse a Adif si las negociaciones en curso sobre movilidad, empleo y externalizaciones siguen bloqueadas".La reivindicación de los representantes de los trabajadores pivota sobre tres ejes. El primero tiene que ver con la aplicación de la reducción de la jornada a 37,5 horas semanales. La empresa quiere recortar el horario 17 minutos cada día mientras que los sindicatos buscan que se acumulen los minutos y mantener el mismo horario a cambio tener 10 días libres al año. El segundo eje es el aumento de la plantilla. La compañía tiene permiso para elevar un 5 por ciento la tasa de reposición (hasta el 105 por ciento), lo que en principio aumentaría los trabajadores pero, según denuncian, también se ha subido un 5 por ciento el plan de desvinculaciones. En cuanto al salario, critican el hecho de que no ha incluido en la masa salarial, y por tanto no se hace consolidable, el incremento del 0,5 por ciento derivado de la productividad.Por su parte, Renfe avanza en su plan de renovar y ampliar su flota por lo que ha aprobado la compra de 38 trenes híbridos de Cercanías, por un importe de 365,6 millones de euros. En total, incluyendo la adquisición de piezas, el mantenimiento de 11 de los trenes durante 15 años, así como opciones adicionales de suministro, la licitación asciende a 473,9 millones. El objetivo es renovar el parque de material rodante para dotarlo de accesibilidad y adaptarlo a la electrificación de la vía. Los nuevos trenes deberán disponer de los últimos avances en materia de accesibilidad y confort a bordo e incluirán áreas para bicicletas y carritos infantiles, así como wifi gratis.