Los analistas de Bankinter han sido los últimos en poner voz a una de las advertencias que la banca lleva meses repitiendo: los tipos de interés en mínimos unido a la facilidad de depósito en negativo –está en el -0,4 por ciento– pueden terminar repercutiendo en el cliente, que tendrá que pagar por sus depósitos. No obstante, reconocen que es algo difícil de implementar debido a la "reputación" del sector.Durante la presentación del Informe de análisis para el segundo semestre del año, la entidad naranja no descarta que, en algún momento, ese sobrecoste se traslade al cliente institucional primero, y particular después, tal y como ya está sucediendo en otros países de la eurozona, como Holanda. "No tiene sentido penalizar al sector financiero de esta forma y que el sector no transmita este coste. Acabará pasando", apuntan. De hecho, reconocen que algunas entidades nacionales ya están cobrando a ciertos clientes institucionales por los depósitos, aunque se trata de casos concretos que no han tenido trascendencia pública. "En España aún es pronto, pero la lógica de los acontecimientos llevará a ello", afirmó Ramón Forcada, director de Análisis de Bankinter. "Ya se observan medidas de control de costes o reestructuraciones para paliar en buena medida o parcialmente el daño que a los ingresos hacen los tipos tan bajos", apuntó Marisa Mazo, directora de Análisis de Bankinter Securities.Ante las previsiones de que esta situación se mantendrá en el tiempo, los expertos de Bankinter creen que la banca tendrá que hacer "virtud de la necesidad", ante la previsión de que el Banco Central Europeo (BCE) pueda, en los próximos trimestres, bajar los tipos de interés o, incluso, la facilidad de depósito que se encuentra actualmente en negativo, en el -0,4 por ciento. El coste que supone para las entidades que tienen el exceso de liquidez depositado allí supone unos 7.500 millones de euros.