El recién nombrado director de Just Eat en España, Patrick Bergareche, explica por dónde pasa el futuro de la plataforma online de comida a domicilio líder en el mundo, con presencia en trece países y unas ventas en 2018 de 907,5 millones de euros. Comenta también cuál es su postura en asuntos como la relación laboral entre riders y operadores.¿Cuánto facturó Just Eat en España el año pasado y en qué porcentaje aumentaron los ingresos?Los datos de 2018, aún no los hemos presentado en el Registro, pero en 2017 facturamos 28,3 millones, lo que supuso un crecimiento del 55 por ciento, y conseguimos 2,5 millones de beneficio. Desde 2017, Just Eat no depende de financiación externa. Somos autosostenidos. ¿Cuáles son las perspectivas de facturación y crecimiento para 2019?Prevemos continuar creciendo a doble dígito durante los próximos dos, tres años. Creemos que el sector se va a multiplicar por dos otra vez. En España, el sector de la comida a domicilio contribuyó en 2.400 millones de euros a la economía, de los cuales 600 millones, que es un 25 por ciento, es online, y el 75 por ciento sigue siendo por teléfono. Lo interesante de estar en este sector es que al final te beneficias de dos tendencias; la primera es la del cambio del teléfono a online, y la segunda es que los propios restaurantes, cada vez más, quieren hacer el delivery.Los pedidos a través de su 'app' representan el 65 por ciento del total. ¿Pretenden incrementarlo?La app es el 65 por ciento, pero mobile web ya es prácticamente un 10 por ciento. Entre uno y otro, tres cuartas partes de nuestros usuarios piden a domicilio a través del dispositivo telefónico. Esto va a ir a más porque al consumidor le gusta el entorno app y a nosotros nos favorece, porque sabemos que el usuario que está en la app tiene una recurrencia de uso mayor que el web. Algunos de nuestros competidores ya nacieron en app con lo cual tienen un porcentaje mayor. Nosotros estamos haciendo el camino a la inversa.¿En qué consiste el modelo híbrido con el que combináis el 'marketplace' con un reparto propio?Queremos combinar un modelo de marketplace, que es el modelo de reparto propio -de las empresas-, con un modelo muy costoso, que es el del reparto externo, que es cuando nosotros ponemos a los moteros. Lo podemos hacer por la sencilla razón de que tenemos una estructura con 9.500 restaurantes, que nos ha permitido hacer una gran plataforma digital y llegar a números verdes. Ahora mi reto es ver en qué medida esos beneficios que vamos consiguiendo reinvertirlos en esta unidad de negocio, que, en el fondo, es una máquina de perder dinero, y más cuando tu optas por un modelo de empleados, que es la gran polémica de los autónomos, si son falsos o no. Yo no entro a valorarlo, eso lo tienen que decidir los jueces. Lo que sí está claro es que hay controversia; hay grandes dudas con relación a la laboralidad entre el repartidor y la firma.¿Y cómo lo están haciendo? Estamos haciendo un recorrido que es mucho más largo y doloroso porque requiere mucha más inversión. Yo no puedo activar a 400 autónomos de la noche a la mañana, sino que cada semana tengo que hacer una previsión de los empleados que voy a tener, a los cuales les pago la Seguridad Social. Eso hace que sea más lento, pero nuestra apuesta es más certera y más segura, porque hay un compromiso con la sociedad, con la ley y con los usuarios.