La Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (Aege) considera que el resultado de las últimas subastas de interrumpibilidad agrava la pérdida de competitividad de la industria electrointensiva y que el anuncio de su finalización desata la incertidumbre.La asociación señala que las subastas de interrumpibilidad para el segundo semestre de 2019, celebradas la semana pasada, sitúan la retribución anual del servicio en 196 millones de euros, casi un 40 por ciento menos que en 2018.Además recuerda que el fin de las subastas de interrumpibilidad ha venido condicionada a la aprobación del Estatuto de Consumidores Electrointensivos con el que Aege espera que se alcance un precio eléctrico final similar al que disfrutan sus principales competidores dentro y fuera de Europa."Lamentablemente, los hechos confirman la urgente necesidad de lograr precios eléctricos similares a los de los principales competidores europeos. No puede haber más demoras en conseguirlo", han agregado desde la asociación. En este sentido, confían en que se apliquen medidas que solucionen esta desventaja competitiva.