La selección a la que se enfrenta hoy España es un duro rival en el campo -fue la ganadora del Mundial de Canadá de 2015- y un referente a analizar respecto a la generación de negocio. Un informe al que ha accedido el Wall Street Journal desvela que, de 2016 a 2018, el fútbol femenino de Estados Unidos ingresó más en concepto de entradas que su homólogo masculino. Una señal de que, tal y como asegura la directora ejecutiva de la asociación de jugadoras de EEUU, Becca Roux, demuestra "el potencial que se puede realizar cuando se hace una inversión". O lo que es lo mismo, el fútbol femenino puede llegar a tener un impacto similar al masculino si se le da el tiempo, atención y recursos que ya tiene éste -teniendo en cuenta que el fútbol no es el deporte estrella en Estados Unidos-. Este informe se publica en plena burbuja de información sobre el fútbol femenino y el Mundial que se está celebrando en Francia. En clave estadounidense, la selección femenina defiende título, y el triunfo en 2015 significó un antes y un después en la comparativa con la selección nacional masculina.Tras la victoria final en el Mundial celebrado en Canadá, la selección femenina de EEUU sumó tres años seguidos unos mayores ingresos que la masculina, para un total de 45,2 millones de euros frente a 44,4. No es un dato baladí, puesto que el equipo femenino ha demandado a la federación de EEUU por las diferencias de salario, recursos e instalaciones con el masculino y la respuesta por parte de la federación aludió a la diferencia de ingresos agregados generados por uno y otro combinado.Capítulo aparte merece el aspecto del marketing, los patrocinios y derechos de televisión. El ejemplo estadounidense no ayuda demasiado, ya que comercializa en un bloque conjunto los derechos de ambos equipos y hace difícil la diferenciación entre ambos. Pero, aunque los datos de audiencia apuntan a mejores registros del fútbol masculino, desde la cadena Fox (una de las que emite partidos de fut-fem en el país) se advierte de que en clave de selecciones, es la femenina la verdadera joya.