Jaime Ponce admite que el Ejecutivo tiene "flexibilidad" para cambiar los plazosEl presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), Jaime Ponce, abrió ayer la puerta a retrasar de nuevo el plazo de desinversión de Bankia. El Ejecutivo ya amplió el pasado mes de diciembre la fecha de privatización de la entidad de diciembre de 2019 a diciembre de 2021, siendo esta la segunda ocasión en la que prorrogó la venta del casi 68 por ciento que el organismo que encabeza Jaime Ponce tiene de la entidad. El presidente de la institución aseguró que el Frob sigue con el horizonte de la desinversión, pero que tiene una "cierta flexibilidad de ampliarse si las condiciones de mercado siguen siendo inadecuadas para seguir desinvirtiendo". Ponce añadió que el organismo está realizando un continuo análisis de las condiciones del mercado, pero que a corto plazo no son las mejores. "La capacidad del Gobierno para extender el plazo es flexible", aseveró durante su intervención en las jornadas financieras que organiza la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) y BBVA que se celebran esta semana en Santander. No habrá capital para SarebPor otro lado, Ponce descartó que la Sareb vaya a necesitar una nueva recapitalización "a corto plazo" y aseguró que "su objetivo liquidador puede mantenerse hasta el final sin mayores inconvenientes", a pesar de que el propio banco malo ha abierto esa posible necesidad en un medio plazo. Sería la segunda vez que la Sareb reformulase sus recursos propios para equilibrarlos desde su creación a finales de 2012, después de que en el año 2016 convirtiese deuda subordinada en capital para encajar saneamientos. No supuso inyección de nuevos recursos pero sí afectó en forma de deterioros al patrimonio de sus accionistas en la sociedad: el Frob controla un 45 por ciento del capital y bancos y aseguradoras el 55 por ciento restante.La Sareb nació con un plazo de vigencia de 15 años y la única misión de enajenar los activos dañados recibidos de las entidades rescatadas con fondos públicos, por lo que debería clausurar en el año 2027. Durante su intervención, Ponce admitió que si pasado el tiempo se ve la necesidad de darle más tiempo no sería tan fácil cambiar el plazo como en Bankia, donde la decisión está atribuida al Gobierno, pero sí factible porque solo habría que modificar el real decreto ley elaborado para regular su creación. La sociedad semipública está inmersa en un cambio de estrategia en el que busca transformarse en una compañía inmobiliaria para "optimizar" el valor de los activos a fin de maximizar la recuperación de ayudas, donde aseguró no prever "una necesidad patrimonial que pueda surgir por el camino".Finalmente, Ponce abogó por la necesidad de realizar "un esfuerzo de comunicación" tras la resolución de las entidades para explicar a los ciudadanos y clientes el porvenir de una entidad. El presidente del Frob aseguró que esto no es una autocrítica sobre cómo se gestionó la comunicación tras la intervención del Popular y defendió la estrategia informativa de la Junta Única de Resolución (JUR) a pesar de su opacidad.