Los operadores de telecomunicaciones, que durante los últimos cuatro meses han participado en la subasta de frecuencias en Alemania, pueden ver la botella medio llena o medio vacía, según los distintos criterios de medición. Desde el punto de vista absoluto, el precio pagado por Telefónica, Deutsche Telekom, Vodafone y Drillisch por el espectro de 2 GHz y 3.6 GHz en el país germano (6.549 millones de euros) es casi idéntico al trans- alpino (6.550 millones de euros). Sin embargo, desde un análisis relativo, el coste medio de megahercio y habitante se situó en los 18 céntimos en Alemania, la mitad que los 36 céntimos de Italia. Pese a que el importe de MHz/ habitante se considera por el sector como una buena referencia de precio, también conviene realizar todo tipo matizaciones. Así, no tiene el mismo precio si los MHz adquiridos por un operador si se encuentran contiguos a que no estén pareados, debido a las peculiares condiciones técnicas de este tipo de recursos. Además, también se debe ponderar las condiciones de las subastas. En concreto, si la adjudicación de frecuencias está vinculada al despliegue de red en determinadas zonas de poca rentabilidad a que no exista este tipo de requisitos. En el caso de Italia, "los ingresos obtenidos por Telecom Italia, Vodafone Italia, Wind, Iliad y Fastweb superaron el valor de las ofertas iniciales en un 164 por ciento, mientras que la base de la subasta en un 130,5 por ciento", según el Gobierno Transalpino. En ese proceso se necesitaron 14 días de subasta y 171 rondas de puja, frente a los cuatro meses de licitación en Alemania, con cerca de 500 rondas de pujas. El Ministerio de Desarrollo Económico italiano captó 2.040 millones de euros en la subasta de espectro en la banda de 700 MHz, casi 4,347 millones de euros en la 3.700 MHz y unos 163,7 millones de euros en la de 26 GHz.En España, los operadores invirtieron el pasado verano 437,6 millones de euros por las nuevas frecuencias de 3,6-3,8 GHz, con un precio por MHz/habitante tres veces inferior al alemán. El reparto en el Reino Unido, el Gobierno recaudó 1.555 millones de euros, lo que representa un coste de 9 céntimos por habitante y mes, la mitad que en Alemania.