El Banco Sabadell inicia el reflote de su filial británica TSB tras la crisis tecnológica que vivió en la primavera del año pasado y que terminó lastrando los resultados del grupo financiero. La entidad británica remitió ayer un correo electrónico a sus empleados para notificarle un recorte de plantilla de 124 empleados y 242 reubicaciones geográficas, según Reuters. Las salidas apenas afectarán al 1,5 por ciento de la plantilla del banco, que alcanzaba los 8.314 empleados en el primer trimestre de este año. Según fuentes conocedoras de la operación, no habrá despidos en la reestructuración, sino que se hará a través de prejubilaciones o bajas incentivadas. La llegada de la nueva consejera delegada, Debbie Crosbie, a la entidad el pasado 1 de mayo marca un punto de inflexión en la estrategia de TSB. La ejecutiva prepara un nuevo plan estratégico para el banco que se presentará entre el tercer y el cuatro trimestre de este año. No obstante, esta nueva hoja de ruta sí podría reflejar un plan de ajuste mucho mayor al comunicado este jueves. Cierre de oficinasEl presidente del Sabadell, Josep Oliu, ya dejó ver el pasado mes de marzo que el plan estratégico apuntaría a una reducción de oficinas para ganar eficiencia y en consonancia con la digitalización del grupo. La crisis tecnológica de TSB se reflejó en unas pérdidas de 240 millones de euros en la filial británica. Además, el grupo obtuvo un resultado a cierre de 2018 de 328 millones, un 54 por ciento menos que un año antes. El beneficio se vio lastrado en su mayoría por los 460 millones de euros en costes extraordinarios que el Sabadell tuvo que asumir para hacer frente a los problemas que originó el cambio de la plataforma tecnológica del banco. Concretamente, el grupo financiero implementó su tecnología en TSB para dejar de utilizar la de Lloyds Bank, antiguo dueño de la filial británica. El cambio de sistema provocó que más de 200.000 clientes tuvieran problemas para acceder a sus cuentas bancarias a través de Internet durante el fin de semana que se inició la migración y algunos sufrieron episodios de fraude. El banco realizó una dotación de 142 millones de euros para asumir las reclamaciones de los clientes. La crisis tecnológica ha obligado a la entidad británica a retrasar la consecución de objetivos marcados en el plan estratégico un año más, de 2020 a 2021. El presidente del grupo financiero ya ha asegurado en varias ocasiones que en un par de años, cuando TSB recobre el vuelo, es un buen candidato para una fusión con otra entidad británica. Por su parte, el Banco Santander también prepara recortes en su filial de Reino Unido. La entidad comunicó el pasado martes un ajuste de 200 empleados, el 0,7 por ciento de la plantilla.