La eléctrica es, con permiso de Repsol e Inditex, una de las apuestas más claras de las 49 firmas de análisis que elaboran la cartera de Eco10 para el segundo semestre de 2019. La compañía que preside Sánchez Galán, que se mantiene en el índice desde la revisión de diciembre, luce la única recomendación de compra de su sector, apoyada en las buenas previsiones del mercado para la industria Si hay una compañía que ha ganado peso en las carteras de los expertos en la última revisión, esa es Iberdrola. Así lo demuestra la selección que elabora elEconomista a partir de 49 casas de análisis y que se actualiza trimestralmente, donde la utility se ha convertido en la firma más ponderada tras Repsol e Inditex (ver páginas 6, 7 y 8 de Ecobolsa), con un peso del 5,71 por ciento. La compañía regresó al índice en la revisión de diciembre, y desde entonces ha visto aumentar su peso en 7 puestos hasta la tercera posición. Que la eléctrica cotice casi el doble de cara que otros valores, como los bancos, no ha sido un impedimento para que su nombre se haya repetido hasta en 13 portafolios. Con la subida de tipos en la zona euro en un horizonte aún lejano –según la última encuesta realizada por Bloomberg en mayo, los expertos no esperan que esta se produzca antes de diciembre de 2020–, la industria del Viejo Continente ha aprovechado este escenario para tomar impulso en el parqué, lo que ha encarecido su precio de adquisición al cotizar con una prima importante frente a otros sectores muy castigados como la banca y el automovilístico. En concreto, los títulos de Iberdrola se compran, en línea con su sector, a 16 veces su beneficio los próximos 12 meses. Es decir, un 18 por ciento más caros que en el arranque del año y un 20 por ciento por encima de su media histórica. El subidón bursátil del último semestre, en el que la compañía capitaneada por Ignacio Sánchez Galán ha pasado de valer en bolsa de 6 a 8 euros, también ha venido de la mano de los temores a una desaceleración económica –o incluso, una recesión– a nivel global, y la preocupación por la guerra comercial, momentos de incertidumbre en los que el carácter defensivo de la eléctrica cobra atractivo para los inversores. Su buen hacer en el parqué –se anota más de un 18 por ciento, la mayor subida entre las grandes eléctricas en el año– la han llevado a rebasar los 55.000 millones de valor bursátil, consolidándose como el segundo gigante de la industria, a poco más de 2.000 millones respecto a Enel, y como la tercera mayor del Ibex, por detrás de Inditex y Santander. La mejor recomendación del sectorIberdrola ostenta el único consejo de compra del sector, con un cartel de compra que mantiene de manera ininterrumpida desde abril de 2018. Las razones que explican la preferencia de los analistas por el valor son varias. Por un lado, el crecimiento del beneficio, una de las principales palancas sobre las que apoyan sus fundamentales. Si el año pasado Iberdrola batió su beneficio histórico, tras superar los 3.000 millones de euros, sus ganancias han crecido, de media, a un ritmo del 6,7 por ciento en los últimos 4 años , y se espera que lo hagan a un ritmo del 6 por ciento este año y del 7 por ciento los siguientes, según las estimaciones. Así, si se cumple lo esperado y mantiene el crecimiento a ese ritmo, para 2022 sus ganancias rebasarían los 3.900 millones ese año, superando así el objetivo que se fijó cuando actualizó su plan estratégico en febrero y elevó la expectativa de ganancias desde un rango inicial de los 3.500 a los 3.700 millones de euros en 2022, hasta los 3.700-3.900 millones. "Vemos interesante su foco en áreas de gran crecimiento, la diversificación geográfica que ha llevado a cabo en los últimos años y el crecimiento gradual de los beneficios", opina Victoria Torre, de Self Bank, quien considera que los nuevos objetivos del plan estratégico son conservadores, "por lo que no descartamos que al final sean mejores, debido a que creemos que el rendimiento de las nuevas inversiones puede tener más recorrido", destaca la experta. Por otra parte, el mercado está poniendo en valor el proceso de salida a bolsa de su filial en Brasil, Neoenergia, donde la venta la hace Banco do Brasil. Con esta operación, Iberdrola "podría utilizar parte del capital ingresado para reducir su deuda, lo que veríamos con buenos ojos", añade Torre.