El grupo asturiano queda 'soltero' para Abanca, que ya tuvo interés en comprarUnicaja y Liberbank han dado por zanjadas las conversaciones para una futura fusión por falta de acuerdo en el reparto de poder de la nueva entidad. Ambos bancos informaron ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que han roto las conversaciones ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo en la ecuación de canje, es decir, qué peso en número de acciones tendría cada banco en el grupo fusionado. La entidad de origen andaluz presentó hace pocos días una propuesta al banco asturiano en la que planteaba mantener un peso cercano al 60 por ciento en el nuevo grupo, que su interlocutor rechazó. Esta cifra dejaría a Liberbank con un control del 40 por ciento, dominio insuficiente para la entidad que encabeza Manuel Menéndez, porque no generaría valor para sus accionistas, según informan a elEconomista fuentes conocedoras de las operaciones. El grupo asturiano siempre ha apostado por tener un control del nuevo banco de entre el 45 por ciento y el 47 por ciento. Con la propuesta presentada por Unicaja, por un lado, los accionistas de Liberbank, entre los que se incluyen el fondo Oceanwood, el mexicano Ernesto Tinajero y la familia asturiana Massaveu, reducirían su posición y su inversión en el grupo resultante. Por otro lado, este equilibrio también se traduciría en una posible merma del reparto de poder con una inferior representación de los inversores en el consejo de administración del nuevo conglomerado. Hay que tener en cuenta que alguno de estos socios privados promovieron la frustrada oferta preliminar de Abanca en plenas negociaciones con Unicaja. Ahora, el banco gallego podría retomar su ofensiva por Liberbank, aunque fuentes oficiales no quisieron hacer ningún comentario al respecto. Gobernanza y sede "Las posturas se habían alejado tras meses de negociación", comenta una fuente conocedora de las conversaciones a este diario. Unicaja y Liberbank anunciaron de forma oficial a la CNMV el pasado mes de diciembre que habían mantenido contactos para un acuerdo de integración. Desde el primer momento, la ecuación de canje siempre fue el quid de la cuestión. Los bancos ya habían acercado posturas en la gobernanza del nuevo grupo, cuyo presidente sería Manuel Azuaga, presidente de Unicaja, y el número dos sería Manuel Menéndez, consejero delegado de Liberbank. Incluso no parecía un escollo para el grupo de origen asturiano que la sede del consolidado financiero estuviera en Málaga, actual- mente domicilio de Unicaja. De hecho, Liberbank había intentado utilizar esta opción a cambio de arañar más poder en el nuevo banco, según fuentes de toda solvencia. Sin embargo, respecto a la ecuación de canje "ninguna de las dos partes estaba dispuesta a ceder". "Tiene poco sentido seguir estirando el chicle después de tantos meses", apuntan fuentes cercanas a las negociaciones. Exigencias y cumplimientosUnicaja daba menos valor a Liberbank bajo el argumento de que necesitaba realizar mayores dotaciones y seguir limpiando su balance. No obstante, desde el otro punto de vista consideran que se ha cumplido con todo lo prometido para generar valor. El banco asturiano ha reducido un 30 por ciento sus activos improductivos en un año, hasta situarlos en 2.940 millones de euros, sin embargo, no por ello liberó provisiones. Las conversaciones se llevaron a cabo sin ningún tipo de presión por ambas partes y se han finalizado de manera cordial, según apuntan fuentes financieras. Cabe destacar que Manuel Azuaga, presidente de Unicaja, aseguró a finales de abril que en las próximas semanas se alcanzaría un acuerdo para llevar a cabo la fusión con Liberbank. Sin embargo, ese pacto esperado, finalmente no se ha materializado.