El presidente de ACS, Florentino Pérez, reafirmó ayer los objetivos del grupo para 2019, en el que prevé registrar un crecimiento del beneficio neto del 10 por ciento y alcanzar los 1.000 millones de euros. Un reto que, de alcanzarse, colocaría al grupo en disposición de volver a subir el dividendo después de incrementarlo en 2018 un 15,8 por ciento, hasta 1,385 euros. Aunque emplazó al consejo de administración para tomar esta decisión y no aclaró si el pay out (parte del beneficio destinada a retribuir al accionista) se mantendrá o no en el 65 por ciento, el consejero delegado, Marcelino Fernández Verdes, dejó la puerta abierta para que esto sea posible por las expectativas de que la compañía aumente las ganancias. Al término de la junta general de accionistas de ACS, Fernández Verdes, en declaraciones a los periodistas, indicó que "estamos permanentemente analizando cómo podemos aumentar el valor para que suba el dividendo". En este objetivo, la apuesta por el negocio de concesiones, de la mano de Abertis, y de energías renovables, a través de su filial Zero-E, son dos piezas fundamentales. Sobre la eventual salida a bolsa o entrada de socios en esta última, el directivo señaló que en este momento están en el proceso de preparación y estudio para tomar una decisión. La pretensión es acometer la operación en uno u otro sentido este año, presumiblemente después del verano.Sobre Abertis, aseguró que en las próximas semanas presentará su plan estratégico y apuntó que ya están trabajando junto con Atlantia en el análisis de proyectos en los que participarán conjuntamente, para lo que hay una cartera identificada de 230.000 millones en todo el mundo. Fernández Verdes admitió también las oportunidades que ofrece la actividad de servicios, especialmente en Estados Unidos, y afirmó que en este momento no están trabajando en una alianza para la liberalización ferroviaria en España.