El Gobierno va a revisar los procedimientos de operación de Red Eléctrica que fueron los culpables del megavatio de oro del pasado martes. Red Eléctrica erró su previsión de demanda de electricidad y tuvo que incrementarla en casi 1.000 MW. A esta situación se sumó la indisponibilidad de la central de Castelnou de Engie así como de varios parques eólicos de Acciona y de Endesa por otros 1.500 MW que forzaron a buscar una solución en tiempo real al sistema que supone, por lógica, un precio más elevado por esta deficiente planificación.Según indicó Villar Mir Energía, la energía que sirven las centrales designadas al sistema siguiendo las órdenes de REE se liquida a un precio que no obedece a ninguna oferta específica, es decir, no es un precio de subasta, sino regulado, que toma como referencia los precios de las ofertas no utilizadas para otro mecanismo de ajuste igualmente gestionado por REE, denominado de energía de regulación terciaria.De este modo, Villar Mir Energía -que actuaba como representante del mercado de Uniwindet- había ofertado a 9.999 euros, pero sin la intención de que entraran los 0,2 MW que había puesto en mercado para cumplir con la obligación legal de presentar una oferta, lo que en la práctica supone que la compañía se encontró sin esperarlo con esta situación de la que no ingresará además nada. Es más, la compañía tendrá que hacer frente al coste de los desvíos que se han producido y únicamente se beneficiarán aquellas centrales que dieron la respuesta a la petición de REE. Como consecuencia, como el precio de referencia era elevado, ya que es cercano al precio máximo establecido por REE para los servicios de ajuste, las centrales que han aportado la energía de regulación secundaria a subir van a tener una sobre remuneración en comparación con la interrumpibilidad o con el precio de subasta. El resto de las centrales van a pagar un coste muy elevado por sus desvíos.