El sector financiero español se revuelve contra los requerimientos de capital cada vez más elevados por parte de los reguladores europeos y los continuos toques de atención para incrementarlos. Desde el pasado martes, banca y reguladores están inmersos en un tira y afloja por los niveles de solvencia de las entidades españolas. El presidente de la Asociación Española de Banca, José María Roldán, fue el último en saltar ayer a la palestra al respecto y espetó a los reguladores que las altas exigencias de capital a la banca solo empujan a cerrar el grifo del crédito. Roldán aseguró que es una paradoja que el Banco Central Europeo (BCE) mantenga bajos los tipos de interés para mantener la fluidez del crédito y, a la par, de manera indirecta, dificulte su concesión con las altas exigencias de capital, según remarcó en la segunda jornada del XXVI Encuentro del Sector Financiero organizado ayer por Deloitte, Sociedad de Tasación y ABC. El presidente de la patronal de banca se refirió así a que, si las entidades no pueden captar más capital en los mercados se ven obligadas a reservarlo desde dentro con la contracción del crédito. Desconfianza del mercadoAsimismo, recordó que el incremento de este ratio de capital (llamado CET 1 en la jerga financiera) es una "subasta al alza" y mientras hace unos años se exigía una tasa del 7-8 por ciento, ahora es del 12 por ciento. A su juicio, esto solo crea inestabilidad en los mercados, que piensan que el regulador está viendo algo que ellos no ven y por eso el valor de cotización de las entidades está tan alejado de su valor en libros. Según Roldán, los requerimientos de capital deberían ajustarse a la situación de cada banco y no igualarse con los de la banca de inversión que tienen mayor capacidad de captar capital en los mercados. "Empujan a un modelo de negocio más arriesgado por la homogeneidad en el tratamiento de modelos de negocio distintos", dijo. Las palabras del presidente de la AEB llegan un día después de que la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, instara a la banca a ajustar el reparto de dividendos a sus niveles de capital. Asimismo, un día antes, el martes, el informe de Estabilidad Financiera del supervisor arremetía contra la baja capacidad del sector español para generar capital frente al resto de competidores europeos. Por su parte, el director financiero de BBVA, Jaime Sáenz de Tejada aseguró que avanzar en una regulación y supervisión homogénea a nivel europeo es positivo, aunque no se puede trasladar de forma automática a requerimientos de capital ilimitados. En su opinión, ser más transparentes, seguros o avanzados en la protección al consumidor es positivo, aunque no puede implicar un sinfín de exigencias normativas.Sáenz de Tejada también incidió en la rentabilidad como la principal preocupación para el sector financiero europeo. Según señaló, los bancos seguros pero poco rentables serán "muy poco sostenibles". En cualquier caso, apuntó a que la convergencia en las prácticas supervisoras "tranquilizan" a los mercados.