Mediaset se ha apretado el cinturón de los gastos operativos para hacer frente al descenso de los ingresos por publicidad y evitar una caída del beneficio, que se ha mantenido estable en los 67,4 millones de euros en el primer trimestre del año. Así, mientras los ingresos netos de la cadena de Fuencarral se han reducido un 1,5 por ciento, hasta los 226,1 millones, los costes se han recortado un 4,1 por ciento, a los 155,2 millones, lo que ha dado como resultado un ebitda de 70,3 millones de euros, un 4,6 por ciento más que en 2018. Dentro de los gastos de explotación, una de las partidas que más se ha reducido es la de consumo de derechos de televisión, que ha sido un 8,1 por ciento menor. Esto significa que ante la debilidad mostrada por el mercado publicitario, la cadena ha optado por frenar el estreno de series, películas y concursos, mientras ha seguido apostando por sus programas estrella de producción propia como Sálvame. Por su parte, los costes de personal han subido un 14,8 por ciento, a los 29,5 millones, y la partida de otros costes operativos se ha reducido el 7,5 por ciento, a los 97,8 millones, en su primer trimestre sin el servicio de informativos en Cuatro.