CaixaBank acordó ayer con los sindicatos situar en 2.023 el número de empleados afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), un 6 por ciento menos frente a lo planteado inicialmente. El recorte supondrá un ajuste de en torno al 6 por ciento de la plantilla de la entidad. El banco aseguró que este ajuste podría tener un coste total de hasta 890 millones de euros y generaría unos ahorros brutos de hasta 190 millones al año. La entidad aseguró que estas cifras son coherentes con los objetivos establecidos en su plan estratégico a 2021.En un comunicado al supervisor bursátil, el grupo dijo que esperaba contabilizar el eventual coste de los despidos en las cuentas del segundo trimestre. El 60 por ciento de las salidas se producirá en la segunda mitad del año y el resto, en el segundo semestre de 2020.El acuerdo fue suscrito por las secciones sindicales de SECB, UGT, SIB, FEC y CIC. CCOO no firmó, ya que siempre mantuvo que "no aceptaría ni extinciones forzosas ni movilidad geográfica forzosa".