La alemana Siemens ha decidido escindir el negocio de Gas & Power del grupo y crear una empresa de nueva creación que poseerá un volumen de negocios de 30.000 millones y más de 80.000 empleados en todo el mundo. Asimismo, Siemens transferirá a esta empresa la participación en el fabricante de aerogeneradores Siemens Gamesa donde posee el 59 por ciento del capital de la compañía que cotiza en el Ibex35.Esta operación viene recogida en en su estrategia para los próximos años 'Vision 2020+', que fue presentada ayer. Los planes requieren que esta filial salga a bolsa en septiembre de 2020. Siemens también renunciará a su participación mayoritaria en Gas & Power. Sin embargo, seguirá siendo un fuerte accionista en la nueva empresa, con una participación que inicialmente será algo menor al 50 por ciento y, en el futuro previsible, por encima del nivel de una participación minoritaria de bloqueo.Por otra parte, Siemens Gamesa ganó 67 millones de euros en su primer semestre fiscal –de octubre a marzo–, según el calendario alemán por el que se rige; durante el mismo período de 2018 el beneficio fue, llanamente, cero. La firma anunció ayer, durante la presentación de resultados, que ha cubierto sus expectativas mínimas de ventas para todo el año –10.000 millones– y un récord de instalación para el segundo semestre del ejercicio, para el que se ha preparado. La acción se dejó un 2,5 por ciento en la Bolsa de Madrid.Markus Tacke, consejero delegado de la empresa, recordaba a los analistas que el 3 de abril se cumplieron dos años desde la integración de Gamesa y el área eólica de Siemens, calificando el período de "emocionante, desafiante, inspirador y, en último término, exitoso".Siemens Gamesa atraviesa un momento dulce, y un buen ejemplo de ello es la obtención de un rating de grado de inversión por parte de Standard& Poor's y Moo- dy's (BBB- y Baa3, respectivamente), conocido esta misma semana. La firma se ha convertido en el primer fabricante de aerogeneradores en obtenerlo, sobre todo porque espera sacar ventaja comercial, ya que la calificación es un aval a la hora de pujar por grandes y costosos proyectos, sobre todo en el segmento eólico marino. Además, naturalmente, de usarla para mejorar su financiación –precisa de 3.500 a 4.000 millones de liquidez– con alguna emisión, si bien esto aún no se ha decidido, como señaló Tacke.La empresa tiene una cartera de pedidos récord de 23.600 millones en la que cada vez tiene más peso el segmento marino; de hecho, por primera vez, la inversión en I+D en esta rama del negocio ha superado a la eólica terrestre y las expectativas son claras: "La marina será el principal impulsor del crecimiento de este sector y de esta compañía", en palabras de David Mesonero, el director financiero. En la cartera de pedidos, la mayor parte es para la eólica terrestre.