La bolsa estadounidense confirma la 'V' que inició en octubre al batir nuevos máximos históricos. Por delante, al S&P 500 le queda un recorrido alcista del 4%, inferior al del Viejo Continente. El EuroStoxx 50, después de cerrar la semana subiendo un 0,65%, todavía tiene un potencial del 6%Con el arranque de mayo a la vuelta de la esquina, los nuevos máximos históricos de Wall Street dan cada vez más sentido este año al refranero bursátil que insiste en vender en mayo para no volver hasta octubre, después de los nuevos máximos históricos de Wall Street. Sobre todo cuando en las dos próximas semanas se espera que Estados Unidos y China retomen las negociaciones para alcanzar, definitivamente, un acuerdo comercial. El martes, 30 de abril, el representante de Comercio Exterior de EEUU, Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin viajarán a Pekín; y el 8 de mayo las conversaciones se trasladarán a Washington. Todo apunta a que acordarán firmar al fin la paz comercial, al menos es lo que aseguran ambas administraciones desde hace semanas, pero con Donald Trump al volante y el régimen dictatorial de Xi Jinping de copiloto el mercado podría volver a descarrilar en la próxima curva. El pasado martes Wall Street perfiló hasta cerrar una V perfecta que llevaba dibujando desde 2018. Sus tres principales índices han marcado nuevos altos históricos –sólo falta el S&P 500 por superarlos en el intradía, que están en los 2.940 puntos– y ahora el objetivo es romper resistencias hasta donde tienen un recorrido alcista todavía del 4 por ciento, cuando el S&P ya se anota cerca del 17 por ciento en 2019 o el Nasdaq 100, 23 por ciento. "Ese es el margen que hay de subida en EEUU, hasta que el S&P 500 logre irse a la zona psicológica de los 3.000 puntos", asegura Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. El petróleo se dio la vuelta a finales de semana y terminó con una caída del 0,35 por ciento, hasta el entorno de 71,7 dólares el barril. El recorrido en Europa es algo superior, dice el experto, que, de media, puede avanzar todavía entre un 5 y un 6 por ciento. El EuroStoxx 50 se revaloriza un 16,6 por ciento en el año. "La tendencia sigue siendo alcista, el control lo siguen teniendo los alcistas y todavía queda recorrido. No se puede descartar que el selectivo comunitario se vaya a la zona de 3.700 puntos, mientras no pierda el soporte que tiene en los 3.410". La banca frena al Ibex El Ibex 35 cerró la semana con una caída del 0,88 por ciento, hasta los 9.465 enteros. "Todo estará bien si no pierde dos grandes soportes. El fundamental que son los 9.100 de los que no puede desprenderse en ningún caso; y, a corto plazo, hay uno intermedio, los 9.370 puntos, que de perforarlo sería un síntoma de debilidad importante", apunta Cabrero, aunque es justo reconocer que no era la mejor semana para hacerlo –tampoco lo será la próxima– ante la avalancha de resultados trimestrales, sobre todo, de la banca. Cuatro de los seis bancos del Ibex se colocaron entre las diez peores posiciones en el balance semanal. El peor parado fue CaixaBank, con un recorte del 5,3 por ciento. El desplome del euro, en mínimos de 2017 frente al dólar (ver información inferior), que anticipa meses de tipos bajos ante la debilidad de la economía europea; unido a que está cotizando cierto riesgo electoral ante las Elecciones Generales del domingo, han llevado a CaixaBank a ser el segundo valor más castigado del índice en el año al dejarse un 10,3 por ciento. Bankinter y Sabadell, que ya han presentado sus cuentas, se dejaron un 4 por ciento y un 0,8 por ciento, respectivamente, en la semana. El cierre semanal deja a Ferrovial a la cabeza de las subidas –con un alza del 5 por ciento– y en máximos de julio de 2015. Iberdrola, con una subida de 3,6 por ciento, se sitúa en máximos de 2008 tras presentar un aumento del beneficio del 15 por ciento respecto al año anterior. Por su parte, ArcelorMittal fue el mejor exponente de la mala semana del sector en Europa, que no termina de sacudirse los fantasmas de una ralentización económica. Fue el sector más bajista, dentro del cual la acerera se desplomó un 8,6 por ciento –Acerinox se dejó un 4–.