Los índices del Viejo Continente cerraron mixtos una semana marcada por la prórroga del 'Brexit', la reunión del BCE y las amenazas arancelarias de EEUU y siguen sin dar muestras de debilidad alguna. Los bancos han apuntalado su recuperación y han batido unas resistencias, que abren la puerta a subidas adicionales del 10%, algo de lo que se beneficiaría el Ibex, por su alta bancarización Otra semana más, las bolsas se resisten a mostrar señal alguna de debilidad a un mercado que se acerca a su mayor puente bursátil del año apuntando a máximos históricos en Wall Street y a los altos de 2017 en el Viejo Continente. No obstante, esta subida en Europa puede ser mucho más pronunciada si cuenta con el apoyo de los bancos.En este sentido, el sectorial financiero europeo ha conseguido batir la resistencia que encontraba en los 362 puntos, "que es la directriz que venía acotando la tendencia bajista a medio plazo", advierte Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. Santander y BBVA están, de hecho, en máximos anuales. "Todo esto es algo muy positivo ya que abre la puerta a un escenario potencialmente alcista entre un 10 y un 15 por ciento para la banca", añade el experto. Si esto se cumple, uno de los selectivos que más impulsados se verán es precisamente el español, por el amplio peso que tiene la banca dentro del mismo. Esta situación no hace más que reforzar las posibilidades de que los principales índices europeos sigan ascendiendo en busca de los máximos de 2017, situados en los 3.700 puntos del EuroStoxx y hasta los que hay un recorrido al alza de algo más del 7 por ciento, "y esta posibilidad se mantendrá intacta mientras el indicador no ceda el soporte de los 3.345 enteros", añade Cabrero.Al cierre semanal, las bolsas continentales se han movido en un rango estrecho de precios, desde el medio punto que se han anotado Italia y Francia al 0,44 por ciento que finalmente se ha dejado el Ibex 35, después de dos semanas consecutivas de ganancias. El selectivo nacional cierra en los 9.468 puntos a la espera de la Semana Santa, donde previsiblemente caerán los volúmenes de negociación de manera notable, algo que puede acentuar los movimientos bruscos en algunas acciones. La última reunión del Banco Central Europeo y el retraso para el Brexit hasta el mes de octubre aprobado por la Unión Europea han marcado la semana para los inversores. El presidente del BCE, Mario Draghi, se negó a concretar cuándo dejará de penalizar a los depósitos que los bancos tienen en Fráncfort –actualmente, con un tipo de interés en negativo del 0,4 por ciento– y retrasó la decisión del comienzo de los nuevos programas de liquidez TLTRO a "próximas reuniones". La vaguedad de sus palabras colocó a la banca más doméstica a la cola del Ibex en la semana. Bankia y CaixaBank sufrieron pérdidas del 3,8 y 2,7 por ciento, al tratarse de las dos entidades españolas con un mayor peso hipotecario en su cartera de préstamos y el retraso en las decisiones del BCE sólo hace más inviable que cumplan con sus planes estratégicos. En cambio, las firmas más expuestas a Reino Unido celebraron con alzas el retraso de su salida de la UE. Santander fue el valor más alcista del Ibex, un 3,6 por ciento suma en la semana, seguido de IAG, en máximos de marzo, Meliá y Sabadell, con repuntes del 3,5 las dos primeras y de otro 3,2 por ciento la última. La firma que preside Ana Botín anunció el viernes que comprará el 25 por ciento de la filial mexicana por 2.560 millones. Primeros resultados empresarialesAl otro lado del charco, y sin apenas haber superado la resaca de los resultados anuales de 2018, este viernes comenzaron los anuncios empresariales del primer trimestre de 2019. Como siempre, la punta de lanza han sido los bancos, en este caso, JP Morgan y Wells Fargo, que reportaron sus cuentas de los primeros tres meses del ejercicio con los que superaron las expectativas de los expertos.En una semana en la que no ha habido avances en las negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos, lo más destacado, a parte de las amenazas de aranceles a la UE, han sido las actas de la última reunión de la Reserva Federal, que apuntan a que no haya cambio alguno en los tipos de interés, al menos, en lo que resta de año. La bolsa de Wall Street se movió poco esta semana y sigue cotizando a poco más de 1 punto de sus máximos. Por otro lado, el petróleo continuó su ascenso y ya se aproxima a la zona de los 72 dólares por barril de Brent, máximos no vistos desde el mes de noviembre. A su vez, el euro se apreció en su cruce frente al dólar recuperando la cota de los 1,13 dólares por euro y el mercado de deuda recobró cierta normalidad con unas ventas que devolvieron la rentabilidad del T-Note a niveles por encima del 2,5 por ciento.