La nueva normativa contable exigirá a Inditex reconocer en su balance una deuda por arrendamiento de locales. La compañía asegura que "de acuerdo con las estimaciones iniciales resultará en un incremento de entre el 2 y el 4 por ciento en el beneficio neto de 2019 (...) y un pasivo por arrendamientos de entre 6.500 y 6.900 millones de euros". Los gastos fijos de alquiler en la cuenta de resultados serán remplazados por amortización y los variables permanecerán en la cuenta de gastos por alquiler. La empresa insiste en que estos cambios no ningún impacto ni sobre el flujo de caja ni sobre el negocio. Inditex, por otro lado, señala que la inversión ordinaria prevista para 2019 estará alrededor de 1.400 millones de euros, "en función del programa de apertura de nueva superficie comercial ". Inditex estima un crecimiento bruto del espacio comercial de entre el 5 y el 6 por ciento y espera aproximadamente 300 aperturas y el cierre de alrededor de 250 tiendas. La superficie comercial neta aumentó el año pasado un 5 por ciento tras las nuevas aperturas y la reforma de la red ya existente, con lo que el grupo acabó el ejercicio con 7.490 puntos de venta en 96 países. El ritmo de aperturas, no obstante, se ralentizó, con tan solo 15 nuevas tiendas netas. Aunque en total, hubo 370 aperturas, se cerraron 355 establecimientos.