IAG, Ryanair, Lufthansa, easyJet y Air France piden ayuda a la UE para frenar los retrasos por la falta de controladoresLos consejeros delegados de las grandes aerolíneas europeas han lanzado un auténtico SOS (señal de socorro) a la Unión Europea, los gobiernos nacionales y los enaires de cada país para que pongan freno a la oleada de cancelaciones y retrasos de vuelos que se avecina por la falta de controladores aéreos. Los primeros espadas del sector aseguran que este verano "va a ser peor" que el de 2018, cuando los retrasos se dispararon un 105 por ciento y, por ejemplo, el 40 por ciento de los vuelos de El Prat despegaron fuera de hora, ya que no se ha solucionado ninguno de los problemas que causaron el caos del año pasado y la oferta de asientos ha vuelto a subir. "Tenemos una mala noticia: la situación va a peor y esta temporada de verano se van a repetir los problemas del año pasado", aseguró ayer Michael O'Leary, consejero delegado de Ryanair, durante una jornada organizada en Bruselas para visibilizar los retos que afronta el sector debido a la "ineficiencia del control aéreo". "El año 2018 ha sido el peor para la industria. Tenemos una situación totalmente inaceptable e insostenible. Hacemos un llamamiento a la UE y a los Estados miembro para que tomen medidas y arreglen la situación", reclamó en este mismo sentido Willie Walsh, consejero delegado de IAG. Y es que, según se lamentan los grandes jefes del sector, las aerolíneas "no pueden hacer mucho más para evitar los retrasos y las cancelaciones" de lo que ha hecho hasta ahora: aumentar los aviones de reserva y dejar más tiempo entre vuelo y vuelo para evitar las cancelaciones en cadena. Según explican, citando datos de Eurocontrol, más del 60 por ciento de los retrasos son por culpa del control aéreo (ATC), por lo que está en manos de los organismos públicos solucionarlo. Coste económico "Los retrasos se han multiplicado por una combinación de factores: la reducción de la cantidad de controladores aéreos, el aumento de las huelgas y una organización ineficiente", aseguran los grandes del sector a través de su asociación Airlines for Europe (A4E), creada para hacer lobby en la Comisión Europea y conseguir cambios legales que impulsen el crecimiento de la industria. "La situación del control aéreo no va a mejorar. Ha llegado el mo-mento de que los políticos tomen medidas para solucionar los problemas" aseguró en esta línea Carsten Sphor, consejero delegado de Lufthansa, que a su vez reclamó que se recorten las tasas de los aeropuertos para favorecer la bajada de los billetes de avión y el crecimiento y rentabilidad de la industria. En esta línea, el consejero delegado de easyJet, Johan Lundgreen, criticó que los problemas con el control aéreo y los tiempos de espera (regulaciones en trayecto) que imponen desde las torres afectan al medio ambiente ya que elevan las emisiones de CO2 al elevar las horas de vuelo. "La ineficiencia de la gestión del espacio aéreo no solo afecta a las aerolíneas y a los pasajeros, también afecta al planeta y a la contaminación", aseguró. Según los cálculos de A4E, solo en 2018 los problemas con el espacio aéreo han pasado una factura de 17.600 millones de euros a la economía europea, un 28 por ciento más, han afectado a 334 millones de pasajeros, un 26 por ciento más, y han supuesto 20.000 toneladas de emisiones de CO2 extra.