Volkswagen cerró el pasado ejercicio con un beneficio neto atribuido de 11.827 millones de euros, un 5,8 por ciento más que los 11.179 millones de 2017, según datos adelantados por la compañía (los definitivos se conocerán el próximo 12 de marzo). La empresa que dirige Herbert Diess explicó que su resultado anual sufrió un impacto de 3.200 millones de euros durante el año pasado en relación con el problema del software que alteraba las emisiones de algunos vehículos diésel de la corporación. El beneficio operativo antes de efectos extraordinarios se situó en 17.104 millones, un 0,4 por ciento más, mientras que el beneficio operativo fue de 13.920 millones de euros, un 0,7 por ciento más. Durante el conjunto del año pasado, Volkswagen contabilizó una cifra de negocio de 235.849 millones de euros, lo que representa una progresión del 2,7 por ciento. En 2018, la multinacional alemana logró un margen operativo antes de efectos extraordinarios del 7,3 por ciento, frente al 7,4 por ciento de 2017, cifra que, según la empresa, se sitúa en la parte "alta" del objetivo previsto para 2018. Además, la liquidez neta de la división de Automoción alcanzó 19.400 millones de euros, un 13 por ciento menos.