El escenario empleado contempla que el PIB crezca a un modesto ritmo del 1,7% anualLa eficiencia energética es una de las piezas clave de los planes del Ejecutivo. Debería permitir un ahorro de energía primaria del 39,6 por ciento, sin el que será imposible alcanzar los objetivos de reducción de emisiones de CO2 y de penetración de renovables. Para lograrlo deberían invertirse 86.476 millones de euros -el 37 por ciento de toda la inversión prevista-, y el PIB debería incrementarse a un modesto 1,7 por ciento anual. El Anteproyecto de ley de cambio climático y transición energética establece un objetivo de ahorro de energía del 35 por ciento respecto al escenario tendencial -la UE ha fijado un 32,5 por ciento- y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) lo eleva hasta el 39,6 por ciento, a un ritmo del 1,9 por ciento anual. Ahora bien, para conseguirlo, el PIB considerado en los análisis debería crecer a un ritmo del 1,7 por ciento anual durante la década, sensiblemente inferior al ritmo actual: en 2018 fue del 2,6 por ciento y este 2019 las previsiones son del 2,2 por ciento. El Ministerio para la Transición Ecológica explica que su estimación surge de aplicar los modelos europeos usados para elaborar el PNIEC y está validada por el Ministerio de Economía. 75.000 millones de ahorro La potente reducción del consumo de energía y su sustitución por renovables autóctonas deberían traducirse en una disminución de las importaciones de combustibles fósiles del 29 por ciento -la dependencia energética del país bajaría hasta el 59 por ciento- y en una mejora de la balanza comercial de 75.000 millones acumulados al final del período. Para conseguir estos efectos, el PNIEC carga el 38 por ciento del ahorro sobre el transporte, gracias a la modernización del parque y la irrupción del vehículo eléctrico, así como un cambio relevante en la movilidad urbana, protagonizada por limitaciones de acceso a los vehículos más contaminantes en poblaciones con más de 50.000 habitantes. A continuación se sitúa la mejora de los procesos industriales, con un 28 por ciento del ahorro, que requerirán una inversión de 7.370 millones -con un apoyo público de 1.647 millones- para mejorar la tecnología e implementar sistemas de gestión de la energía. Y el tercer elemento relevante se producirá en la renovación del parque de edificios. Toda la Administración deberá rehabilitar el 3 por ciento de sus inmuebles anualmente -ahora solo está obligada la central- y se impulsará la rehabilitación progresiva de viviendas: de 30.000 en 2021 a 300.000 en 2030, sumando 1,2 millones. Adicionalmente, se renovarán 300.000 instalaciones térmicas al año. Excluyendo el ámbito público, se deberían invertir 22.432 millones, con 5.509 millones de ayudas públicas. Se espera que las actuaciones en materia de eficiencia energética creen entre 42.000 y 80.000 empleos anuales.