DuCharme abre la puerta a que la compañía siga con su cotización en la bolsaLetterOne, la firma de inversión del magnate ruso Mikjail Fridman, seguirá adelante con la opa lanzada sobre la compañía a 0,67 euros por acción aunque la empresa solicite el concurso de acreedores. "A nosotros nos gustaría que la compañía no fuera a la quiebra, pero si es así, nuestra oferta seguirá adelante y mantendremos el precio (0,67 euros)", explica Stephen Du Charme, director de L1 Retail, la firma que ha presentado la oferta. "Pero según nuestro timing", continúa, "necesitamos controlar la compañía antes de inyectar 500 millones de euros. Nosotros no nos hemos marchado, mucha gente lo ha hecho, pero no pondremos más dinero en Dia hasta que tengamos el control". Dia tiene unos fondos propios negativos de 98 millones, por lo que necesita un reequliibrio patrimonial para evitar entrar en causa de disolución. La compañía asegura que la única salida es una ampliación de capital de 600 millones, cuya aprobación someterá a la junta de accionistas. DuCharme insiste en que quién tiene que negociar ahora es la empresa, pero recuerda que hay más alternativas, como un préstamo participativo o una reclasificación de la deuda. "Nosotros solo somos ahora unos accionistas, pero si tomamos el control, la banca vendrá a nosotros". Tal y como adelantó elEconomista, LetterOne, el primer accionista con un 29 por ciento del capital, ha incluido nuevos puntos en el orden del día de la junta, solicitando que se vote en contra de la ampliación propuesta por el consejo de administración y a favor de la suya, por 500 millones. Pero, eso sí, una vez concluida la opa . "El aumento de capital de 600 millones propuesto por el consejo de administración es favorable a los acreedores, pero se hace a expensas de los accionistas. Sentimos que somos la voz de los accionistas" , asegura DuCharme. "No solo existe la intención de ejecutar dicha ampliación a un precio bajo, lo que tendrá un efecto dilutivo para los accionistas que no participen, sino que también facilita el reembolso de la deuda a los acreedores, en perjuicio de la posibilidad de que la empresa disponga del capital y la liquidez necesarios para el cambio", insiste el socio director de L1 Retail. El directivo, mano derecha de Fridman, asegura que los accionistas tienen que decidir. "Pueden optar por respaldar el plan propuesto por el consejo de administración de Dia, que no implica cambio alguno en su gobierno corporativo y prevé un aumento de capital altamente dilutivo. O pueden respaldar la ampliación de capital de L1 Retail, que aborda los problemas de gobierno corporativo, es favorable para los accionistas y les ofrece la oportunidad de vender sus acciones a un precio de 0,67 euros por acción, con una prima del 56,1 por ciento sobre el precio del cierre del 4 de febrero, antes de que se requiera nuevo capital" , explica. El ejecutivo insiste en que "es importante recordar que nuestra opa no está vinculada a la banca, nuestro compromiso es adquirir la empresa sin importar qué pase con Dia, los accionistas deben poder elegir, al margen de un posible acuerdo con los acreedores". DuCharme se muestra tajante y advierte además que "si se aprueba la ampliación de capital de 600 millones de euros de Dia, la oferta de compra de carácter voluntario de L1 Retail se anulará". La opa está supeditada a que los accionistas que representen al menos el 35,51 por ciento del total de las acciones de Dia la acepten, además de lograr las aprobaciones de las autoridades de Defensa de la Competencia, que ya han sido solicitadas. Por primera vez, además, LetterOne abre la puerta a mantener Dia en la bolsa española. "Tenemos empresas que cotizan y otras que no. Si tras la oferta logramos el control del 65 por ciento del capital, la compañía seguirá cotizando", dice DuCharme. "Queremos tener suficiente influencia y ese es el motivo por el que hemos lanzado la opa, pero podemos vivir con cualquier solución", apunta. Frente a lo que propone Dia, la sociedad de Fridman defiende que su propuesta de ampliar capital en 500 millones "da respuesta a los intereses tanto de los accionistas como de los acreedores, de forma equilibrada y justa, y está condicionada a un acuerdo con los bancos acreedores para mantener sus compromisos de deuda existentes y restablecer los servicios de pagos y cobros -las líneas de confirming y factoring- para asegurar que la empresa disponga de liquidez necesaria durante la ejecución del plan de transformación y que no exista un pago anticipado del crédito sindicado procedente de los ingresos obtenidos en cualquier ampliación". Tal y como ha venido haciendo en los últimos días, el director de L1 Retail insiste en que la empresa está en una situación límite y que requiere un ambicioso plan de rescate. "Dia necesita urgentemente un cambio de liderazgo para conseguir una transformación profunda. La compañía pecisa contar con sólidas capacidades de transformación para ejecutar un cambio radical y acometer un cambio cultural, liderado desde arriba, que centre todos sus esfuerzos y con urgencia en ofrecer la mejor propuesta de valor para los clientes de Dia". LetterOne mantiene que el deterioro operativo y financiero de Dia es el resultado directo de errores en el gobierno corporativo y que la compañía no supo adaptarse con éxito a las demandas de los clientes y los desafíos comerciales de los últimos años. "Además, hubo irregularidades contables, que conllevaron la reformulación de las cuentas", dice DuCharme. El directivo asegura que "a pesar de que L1 Retail ha sido el accionista que ha sufrido mayores pérdidas, está dispuesto a invertir más capital para abordar los problemas im-portantes a los que se enfrenta Dia, siempre y cuando se produzcan cambios primordiales en el gobierno corporativo". De hecho, asegura que "el entorno de comodidad" del anterior equipo directivo generó, en cierto sentido, la pérdida de competitividad de Dia.