El mundo se ha vuelto loco con el llamado método Marie Kondo para ordenar tu casa y, ya de paso, tu vida. Cristina Benito, autora del libro "Money Mindfulness: Cómo generar, conservar y multiplicar tu dinero", editado por Grijalbo, defiende que ese orden que tanto reclama la ya celebrity japonesa es necesario aplicarlo a las finanzas personales, independientemente del dinero que uno tenga. "A lo largo de mi vida me he relacionado con gente que tenía mucho dinero y también con gente que tenía poco y me he dado cuenta de que tanto para unos como para otros el dinero era un problema", afirma la autora. De hecho, defiende que teniendo poco dinero, siempre y cuando se tenga el suficiente como para cubrir todas las necesidades vitales, también se puede ser feliz. La clave, dice, es tener una buena relación con el dinero. El primer paso del orden Al estilo de la primera propuesta de Marie Kondo, o al menos la que más recordamos, de comenzar a doblar las camisetas en vertical para primero, ser consciente de las que tienes; segundo, dejar solo las que realmente te pones o te proporcionan un bienestar; y tercero, desechar las que nunca te pones, Benito propone un sencillo ejercicio para empezar a mejorar nuestra relación con el dinero. "El primer paso es que hagamos un diagnóstico de nuestras finanzas personales, una radiografía de los gastos y los ingresos, cuando pongamos nombre a todos ellos es cuando podremos empezar a tomar decisiones", afirma. Aconseja hacer esa radiografía de manera mensual, prorrateando los recibos que nos llegan de forman anual o trimestral (seguros de hogar, de coche, facturas de luz y gas...) y, sobre todo, incluyendo en los mismos lo que ella llama "gastos termita", como los cafés que uno se toma diariamente de la máquina, las comidas que se realizan siempre fuera de casa en horario laboral o servicios que pagamos y no utilizamos. Una vez en la lista hay que hacer una serie de preguntas a cada uno de esos gastos: ¿Es un gasto prioritario? ¿Me supone un bienestar? ¿Me lo puedo permitir? ¿Lo necesito? ¿Lo voy a usar? "Si la respuesta es n,o hay que decirle a ese gasto que fuera. Muchas veces compramos solo por tapar carencias, como una vida o un trabajo que nos aburre... hay que deshacerse de lo innecesario para concentrarnos en lo esencial", explica. Eso sí, reconoce que hacer esta tarea puede resultar complicado, teniendo en cuenta el contexto del mundo en el que vivimos, donde la deuda, tanto pública como privada, está en niveles récord, y donde el comercio electrónico fomenta el consumo inmediato, y muchas veces innecesario. Su recomendación: "En esos momentos de impulso como las Navidades o las rebajas hay que tirar más de efectivo y menos de tarjeta y no salirse del presupuesto", apunta. En cuanto a cómo evitar endeudarse en un mundo que invita a ello, aconseja simplemente diferenciar entre dos tipos de deuda, la mala y la buena. Dentro del primer grupo incluye la hipoteca "porque va a suponer una inversión que va aumentar de forma general de valor a largo plazo" o la que se contrae para montar un negocio o pagar un máster. Por el contrario, la deuda mala es "la que adquieres para pagar cualquier cosa que realmente no necesitas, como unas vacaciones o un coche más grande, solo porque sí, con intereses muy altos". Y afirma que es el orden de las finanzas lo que facilita mucho el ahorro, que la autora define como "nuestra carta de libertad, porque te permite cambiar de trabajo cuando lo deseas o separarte de alguien cuando ya no estés a gusto, te permite no depender de nadie".