Gana un 6,4% más, 3.331 millones, y reduce en unos 12.000 millones la deuda en tres añosPrevé crecer en 2019 el 2% en ingresos y 'oibda' y anuncia un pago de dividendo de 0,4 eurosJosé María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, descartó ayer cualquier venta de su negocio británico, O2 UK, pero ni mucho menos hizo lo mismo con México. Mientras que en el Reino Unido todo son parabienes, en el país azteca predomina el sentimiento de decepción. "Es un activo con el que no estamos contentos y tenemos la obligación de mejorarlo desde el punto de vista orgánico o inorgánico", reconoció el primer ejecutivo de Telefónica a una pregunta de elEconomista. El tiempo ha venido a dar la razón a la dirección de Telefónica y las cosas ahora se ven de forma muy diferente a como se percibían hace tres años. En 2016, Bruselas vetó la venta de O2 a Hutchison, valorada en 13.000 millones de euros, y aquello supuso un trauma para una compañía apremiada a reducir deuda de forma acelerada. Sin embargo, los hechos demostraron que lo que sucede, al final conviene. Así, en los tres últimos años, la teleco ha reducido su deuda en 12.000 millones de euros -casi como si hubiera vendido O2-, pero manteniendo la joya en su porfolio. De hecho, la filial británica registra récords de ingresos y es uno de los principales generadores de caja. "Nos sentimos muy cómodos, trimestre a trimestre, por lo que no necesitamos vender". El primer ejecutivo de la teleco también abandonó la idea de una eventual salida a bolsa, total o parcial, de su filial británica, debido a la inestabilidad de los mercados por el Brexit. Así, Telefónica maneja diversos planes de contingencia en función de cómo evolucione la salida del Reino Unido de la UE. Alternativas a la venta Si la cara es O2, la cruz se encuentra en México. Telefónica sitúa al país azteca entre los activos potencialmente llamados a una posible desinversión, "siempre que tenga sentido financiero y permita el retorno del capital empleado". Según insinuó Álvarez-Pallete, se trata "de un activo con el que no estamos contentos y tenemos la obligación de mejorarlo desde el punto de vista orgánico o inorgánico". No obstante, no todo se reduce a una venta, ya que también existen otras opciones, como explorar "acuerdos para compartir redes con otros operadores y así mejorar el retorno del capital". La rueda de prensa coincidió con la presentación de unos resultados de 2018 en los que Telefónica cumplió dos de los principales objetivos que se marcó : mejorar las principales magnitudes de su negocio y reducir la deuda. El grupo de telecomunicaciones ha ganado 3.331 millones de euros en 2018, un 6,4 por ciento más que el año anterior. Los ingresos se redujeron el mismo porcentaje durante los 12 últimos meses, el 6,4 por ciento, con unas ventas de 48.693 millones. Respecto a la deuda, la compañía redujo su lastre en 851 millones entre octubre y diciembre, por séptimo trimestre consecutivo, para alcanzar un recorte del 5,5 por ciento en 2018 y fijar el dato en 41.785 millones de euros. En el escandallo de la deuda se aprecia una reducción en 2.445 millones frente al cierre de 2017, gracias a la generación de caja libre (4.904 millones), las desinversiones realizadas (392 millones de euros), a lo que se suman otros factores por importe de 532 millones de euros. A pesar del impacto negativo de la regulación, el grupo ha anunciado un dividendo para 2019 "estable, sostenible y atractivo de 0,4 euros por acción en efectivo". El segundo tramo del dividendo de 2018 (de 0,2 euros por acción en efectivo) se pagará en junio de 2019. Respecto a la retribución de este año, ésta se abonará en diciembre (0,2 euros por acción) y en junio de 2020 (0,2 euros por acción). Todo lo anterior es posible gracias a la generación de caja y a la reducción acelerada de la deuda disfrutada durante los dos primeros meses de 2019, con un recorte de 1.400 millones, gracias a las ventas de las filiales de Centroamérica: Guatemala y El Salvador a finales de enero, ahora en manos de America Móvil; y las anunciadas el miércoles de Costa Rica, Panamá y Nicaragua, por 1.455 millones, con Millicom como receptor. Además, el grupo ha anunciado unas previsiones optimistas para 2019: se compromete a aumentar sus ingresos y oibda el 2 por ciento, y a elevar sus inversiones el 15 por ciento, excluida la compra de frecuencias móviles. Respecto a la rentabilidad, Telefónica ha logrado un resultado operativo antes de amortizaciones de 15.571 millones en el acumulado del año (3.537 en el último trimestre), lo que representa un descenso del 3,8 por ciento anual (9,6 por ciento trimestral), afectado por los costes de reestructuración, el tipo de cambio y bajas de fondo de comercio. No obstante, en términos orgánicos, el oibda mejoró el 3,5 por ciento (el 2,4 por ciento en el trimestre). En el mismo encuentro ante los medios, Álvarez-Pallete recordó que durante 2018 su grupo ha logrado crecer en clientes de valor, haciéndolos cada vez más fieles y alcanzando "el mejor dato de la historia en satisfacción de cliente". También celebró el creciente peso de los ingresos de mayor crecimiento (banda ancha y servicios ajenos a la conectividad) y la mejora de la posición financiera de la compañía, con un flujo de caja libre creciente que ha permitido reducir la deuda por tercer año consecutivo. "Los clientes de 4G han crecido el 20 por ciento en un año y ya tenemos más clientes con fibra que con cobre", indicó. En el mismo periodo, el tráfico de datos se ha multiplicado por cuatro, mientras que las unidades residenciales pasadas fibra óptica superan los 83 millones de inmuebles. Durante los últimos años, el presidente de la teleco cifró la inversión de su grupo en 82.000 millones de euros en las diferentes plataformas y las redes y definió a su grupo como un "supermercado de tecnología", a la vanguardia en Inteligencia Artificial.