Se coordinaban para fijar estrategias de venta de bonos de países de la zona euro La Comisión Europea acusó ayer a ocho bancos de conspirar para fijar estrategias en la venta de bonos soberanos emitidos por socios de la eurozona. Si la institución confirma sus sospechas, las entidades involucradas podrían ser golpeadas con una multa millonaria que ascendería al 10 por ciento de su facturación global. Los servicios de competencia de la Comisión enviaron ayer un pliego de acusaciones a los afectados, en lo que representa el primer paso de la investigación. Agentes de estos bancos, al cargo del mercado de bonos soberanos de la eurozona denominados en euros, habrían coordinado sus estrategias principalmente a través de chats onlines en diferentes periodos entre 2007 y 2012. Según el comunicado de la Comisión, los agentes habrían intercambiado "información comercialmente sensible". Los ocho bancos, cuyos nombres no pueden ser desvelados todavía, tendrán ahora la oportunidad de acceder al dossier del caso y presentar en un plazo de dos meses sus objeciones, explicaron fuentes comunitarias a este diario. Durante ese tiempo, los afectados también pueden solicitar una audiencia con la Comisión Europea para presentar sus argumentos. En base a las respuestas que presenten los acusados, la Comisión decidirá si impone una multa. Sin embargo, no existe un límite temporal para la decisión: el dictamen podría retrasarse varios años. La apertura de la investigación agitó ayer las bolsas europeas. El sector bancario sufrió fuertes pérdidas en los parqués. Grandes entidades como Deutsche Bank, BNP, Societe General e Intensa Saopaolo llegaron a caer más de un 4 por ciento, ante la posibilidad de que Bruselas golpeara a alguno de los principales jugadores con una multa millonaria. El mercado de los bonos soberanos está controlado por unos pocos bancos de inversión, entre los que se encuentran Deutsche Bank, Citi, JP Morgan o Bank of America, según informa Bloomberg. El supuesto esquema colusorio ilegal sucedió en los peores momentos de la crisis financiera y del euro. Tras la caída de Lehman Brothers en 2008, varios socios del euro encontraron crecientes dificultades para colocar sus títulos de deuda pública en el mercado. En 2012, la presión sobre Italia y España forzó a nuestro país a solicitar un rescate para sanear el sector bancario. La Comisión ya acusó en diciembre a Credit Suisse, Deutsche Bank, Crédit Agricole y otro banco, el cual no se mencionó, de fijar precios para algunos tipos de deuda de EEUU denominada en dólares. Credit Suisse fue además acusada el pasado año de manipular divisas.