Fitch ha decidido elevar un escalón la nota de solvencia que emite sobre Bankia, que ha pasado desde BBB- hasta BBB, y ha cambiado la perspectiva de positiva a estable, lo que implica que no está previsto realizar un nuevo ajuste del rating en el corto plazo. La agencia explica que la mejora de la calificación se produce como consecuencia de la "importante" reducción de activos problemáticos, lo que se ha traducido en una bajada "notable" de la exposición al inmobiliario. De hecho, considera que el objetivo para 2019 de reducción de activos problemáticos en 2.900 millones de euros, previsto en el Plan Estratégico 2018-2020, "es alcanzable, apoyado en buenas perspectivas para el entorno económico en España y en la trayectoria del banco en la reducción de la morosidad". Fitch, además, destaca que Bankia cuenta con una franquicia "fortalecida" tras la integración con BMN, mantiene un capital robusto, y una financiación y liquidez "adecuadas". También hace hincapié en su "favorable" gestión de integraciones.