Los acuerdos bilaterales de compraventa de energía a largo plazo cobran fuerza en el mercadoLos acuerdos bilaterales de compraventa de energía a largo plazo, conocidos como PPA (por sus siglas Power Purchase Agreements), se han convertido en una herramienta clave para el desarrollo de proyectos renovables -especialmente en EEUU y el norte de Europa-, ya que evitan el riesgo de la volatilidad del pool y permiten a los propietarios la predictibilidad necesaria para sus proyectos. El cierre de este tipo de contratos suele ser un requisito indispensable para obtener una parte o la totalidad del crédito necesario para llevar a cabo dichos proyectos. Según el informe Corporate Energy Market Outlook de Bloomberg New Energy Finance correspondiente al primer semestre de 2019, 121 firmas de 21 países firmaron 13,4 GW renovables en contratos PPA en 2018. De esa cifra, 8,5 GW se firmaron en EEUU y 2,3 GW en Europa, Oriente Medio y África. Por otro lado, según la asociación europea de la industria eólica (WindEurope), las compañías europeas suman, a día de hoy, 4,7 GW eólicos en este tipo de contratos. Una de las ventajas que, según explican desde Unef, tiene un contrato PPA para cualquier empresa u organización que quiera invertir en renovables o que desee llevar a cabo una estrategia para incrementar su consumo de renovables es que "no tiene por qué invertir directamente en un proyecto de generación con los riesgos y gastos que ello conlleva". Existe la posibilidad, explican, de que con un PPA "el comprador no sea responsable de la financiación, instalación, operación o mantenimiento de un proyecto renovable si no quiere y, además, no tiene que tener el capital inicial para un proyecto de tal envergadura". Cada contrato es un traje a medida, de ahí que existan distintos modelos de PPA en función de su categoría. Aunque estos pactos de compraventa de energía siempre han existido en España, desde la Asociación Empresarial Eólica (AEE) afirman que "hasta ahora no se habían usado nunca para financiar nuevas instalaciones". Para este caso, explican, el escenario ideal es que "la validez de los contratos supere los 15 años, aunque el mejor de todos es que abarque toda la vida útil de la instalación". Entre los potenciales suscriptores de un PPA están tanto las compañías comercializadoras como los consumidores finales, cada uno con sus propios beneficios. Las primeras, explican desde AEE, "cuentan con un suministro energético que puede cubrir el riesgo de subidas exponenciales del precio de la electricidad", mientras que el consumidor se convierte en "un eje clave para el cumplimiento de los objetivos europeos de penetración de renovables, al dejar de ser un mero receptor de un servicio para convertirse en un sujeto plenamente informado, consciente de la necesidad de sostenibilidad del planeta y con plena capacidad de decisión". Grandes acuerdos en España Aunque el desarrollo de PPA en España es aún muy reciente, todo apunta a que en los próximos meses se producirá una oleada de anuncios de nuevos contratos firmados en nuestro país, principalmente fotovoltaicos. Según los datos que maneja Unef, "el número de megavatios fotovoltaicos comercializados en contratos PPA firmados hasta la fecha en España se estima en unos 2.000", una cifra que podría duplicarse, según apuntan desde el sector, a tenor del elevado número de solicitudes que las distintas administraciones han recibido en los últimos meses para la construcción de nueva potencia fotovoltaica. En opinión de José Donoso, director general de Unef, "las negociaciones de los contratos PPA son muy lentas y su velocidad de crecimiento estará también condicionada por la convocatoria o no de subastas y en qué condiciones se realicen éstas". Unas convocatorias de subastas adecuadas en cantidad y condiciones, explica, "disminuirá la necesidad de los promotores fotovoltaicos de acudir a contratos PPA". Calidad Pascual, pionera El primer contrato de compraventa de electricidad de este tipo en España fue el firmado en julio de 2017 entre EDP Renováveis (EDPR) y Calidad Pascual, por el que la eléctrica suministrará al grupo alimentario durante cinco años la energía eólica producida en sus parques a través de su comercializadora EDP. Desde esa fecha, la compañía ha firmado un gran número de ellos en EEUU, Europa y Brasil. Enérgya-VM, división de Energía de Grupo Villar Mir, cerró en diciembre de 2017 con el Grupo Foresight el primer contrato PPA solar en España, por un periodo de 10 años, para la energía fotovoltaica generada en el parque murciano Torres de Cotillas, con una producción anual de 7 GWh/año. María Luisa Huidobro, consejera delegada de la empresa, ha señalado que un desarrollo eficiente en el futuro de los PPA, "pasa por que la contratación a plazo sea interesante para un conjunto de consumidores".