Los problemas de la banca transalpina aumentan las tensiones en el Gobierno italiano. El principal partido que apoya el Ejecutivo presidido por Giuseppe Conte, el Movimiento 5 Estrellas (M5E), ganó las ultimas elecciones generales criticando el "regalo del Estado a los bancos privados" de los anteriores Gobiernos y ahora no puede cambiar de estrategia sin perder la cara delante de sus electores. Por eso antes de recapitalizar con dinero público una entidad privada prefiere tomar el camino de la nacionalización. "Creemos que la nacionalización sea el único camino viable. El pueblo soberano volverá a tomar el control de un banco. Será el primer caso en Europa", dijo Luigi Di Maio, vicepresidente de Gobierno y líder del M5E comentando el rescate de Carige, la décima entidad transalpina a la que el Gobierno acaba de otorgar 3.000 millones en garantías públicas. El otro socio del Gobierno, la derechista Liga, tiene una actitud más pragmática y presiona para que un banco más grande se haga cargo de Carige, utilizando si fuera necesario dinero público para endulzar la operación. Además el partido de Matteo Salvini, el otro vicepresidente de Gobierno, está estudiando volver a inyectar dinero público en MPS antes de que la entidad vuelva a necesitar con urgencia una ampliación. El banco no pudo emitir, a finales de 2018, un nuevo tramo de deuda subordinada (750 millones) por culpa, entre otras cosas, de la subida de la prima de riesgo. Y si seguirá sin poder acceder al mercado por la turbulencias relacionadas con la situación politica italiana necesitará probablemente una nueva ampliación de capital. La cuota del Estado, que inyectó 3.850 millones de euros en 2017, ahora vale alrededor de 1.000 millones. Sin embargo para el M5E una nueva inyección de dinero público a MPS sería un duro revés. El Movimiento tiene problemas para cumplir con sus promesas electorales por los problemas presupuestarios y sigue cayendo en las encuestas en beneficio de la Liga de Salvini que, según los sondeos ya es el primer partido transalpino con más del 30 por ciento de consenso.