El excomisario José Manuel Villarejo se mostró ayer dispuesto a contar el lunes al juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón todos los asuntos que están investigándose en el marco del caso Tándem y, especialmente, los relacionados con el supuesto espionaje encargado por BBVA por su "gran trascendencia en luctuosos acontecimientos" acaecidos en España. Este mensaje fue transmitido ayer por el abogado de Villarejo, Antonio Cabrera, en declaraciones a los medios de comunicación, al término de la declaración que el exinpector prestó en la Audiencia Nacional sobre la operación Kitchen, operativo policial que se habría puesto en marcha en 2013 para sustraer información al extesorero del PP Luis Bárcenas. Villarejo, que compareció unas dos horas, acudirá de nuevo al juzgado el lunes para declarar sobre "todo lo que sabe" de sus trabajos para el BBVA, asunto que, según el comisario, "nada tiene que ver con lo que se ha publicado". Los servicios de Villarejo para el BBVA habrían tenido lugar entre 2004 y 2005 y, según su abogado, solo ha adelantado al magistrado que esos acontecimientos fueron "muy relevantes" y que "tiene especial interés" en explicarlo en sede judicial porque en los medios de comunicación se han hecho una "interpretación muy simple" del caso del supuesto espionaje encargado por el banco. El caso está provocando una serie de reacciones políticas en las últimas semanas. Ayer, el secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, aseguró que la Justicia "debe actuar". "Opino que si alguien ha hecho algo mal y algo contrario a la ley, pues debe pagar como paga cualquier ciudadano, sea quien sea y se dedique a lo que se dedique". Por su parte, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, indicó que las escuchas del excomisario para BBVA son un acto "muy grave" y ponen en riesgo la seguridad nacional. "No se puede tolerar ningún tipo de intromisión en la democracia de España", resaltó, apelando a que la Justicia tendrá que actuar para aclarar la veracidad de los hechos.