El consejo se reunió ayer para buscar una inyección de liquidez a corto plazoLa banca acreedora de Dia ha dado la espalda al primer accionista de la compañía, el magnate ruso Mijail Fridman, propietario de un 29 por ciento del capital, y, pese a su oposición, está a punto de firmar la refinanciación. El magnate ruso se marchó del consejo al entender que a falta tan solo de los últimos detalles, el principio de acuerdo alcanzado con la banca no garantiza la viabilidad a largo plazo, por lo que exige una quita. Los trece bancos acreedores, liderados por Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell o Deutsche Bank, se han puesto, sin embargo, del lado del consejero delegado, Antonio Coto, y han optado por evitar que el grupo pueda acabar quebrando. El consejo de administración de Dia se reunió ayer de nuevo con caracter de urgencia y es probable que la operación se aprueba definitivamente en las próximas ahoras. Falta de liquidez El problema de Dia es que se estaba quedando sin liquidez y ante el cerrojazo de la banca, que ha cortado las líneas de financiación a proveedores, necesitaba por vía urgente una inyección de 200 millones de euros. Todo ello en el marco de un proceso de reestructuración de una deuda bruta total de 1.561 millones de euros -en neto, 1.429 millones a cierre de septiembre, según los últimos resultados publicados por la compañía-, que está a punto ahora de salir adelante. Dia necesita la refinanciación para conseguir especialmente las líneas de confirming de pago a proveedores para poder afrontar sobre todo los pagos hasta la ampliación de capital de 600 millones de euros que está asegurada por Morgan Stanley y que podría ejecutarse finalmente el próximo mes de marzo, según ha confirmado ya la propia compañía. Vencimientos Además del pago a proveedores, Dia tiene por delante el primer vencimiento de su deuda por un importe de 101 millones de euros el próximo 14 de febrero. En julio, la compañía afrontará el pago de otros 305,7 millones de euros en bonos emitidos a mercado. Ante la posible inyección de liquidez, ayer el papel a 2019 mantuvo su rentabilidad sobre el 79 por ciento, lejos del máximo que marcó sobre el 146 por ciento hace unas semanas en momentos de máxima tensión para la compañía. Mientras tanto, LetterOne ha trasladado a Dia la urgencia de "dar un giro a la compañía" y trabajar en un plan de negocio a cinco años que refleje la situación actual del mercado. El objetivo del magnate ruso es que "dicho plan de negocio cuente con el respaldo de una estructura de capital adecuada así como un equipo de gestión sólido". Así, los títulos de Dia protagonizaron ayer la mayor subida en una sola sesión de su historia como cotizada -saltó al parqué en 2011- al rebotar un 22,2 por ciento, algo que tampoco es difícil considerando que cotiza en niveles que son calderilla para los inversores. Dia rebotó ayer hasta los 44 céntimos y sumó casi 50 millones de euros a su capitalización, que vuelve a los 273 millones de euros.