Los altercados independentistas provocan 13 detenidos y 62 heridos, la mayoría en la capital catalanaLos comités de defensa de la república (CDR) pincharon ayer en su intención de colapsar Cataluña como signo de protesta contra la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona, si bien sí que consiguieron paralizar el devenir del día a día cotidiano, ya que ciudadanos y empresas modificaron sus hábitos para esquivar los cortes de calles y carreteras previstos. Fueron casi una treintena por toda Cataluña, aunque las mayores afectaciones se dieron más en Girona y Tarragona -con la autopista AP-7 como punto clave- que en los accesos de Barcelona. El precedente de las huelgas políticas de hace un año hizo que ciudadanos y empresas tomasen ayer medidas para evitar o minimizar los efectos de las protestas convocadas. Ello se tradujo en una reducción de los desplazamientos en el área metropolitana de Barcelona del 54 por ciento entre las 6:00 y las 11:00 de la mañana respecto a un día laborable normal, según datos del Servei Català del Trànsit (STC). También se notó en la red de transporte público de la capital catalana, en la que, por ejemplo, los metros no iban repletos en hora punta, como es habitual. Hasta las 12 del mediodía, el metro de Barcelona había registrado un 16 por ciento menos de validaciones de billetes que el viernes pasado, según datos de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). Asimismo, el tráfico en las rondas de la ciudad fue ayer sensiblemente inferior al de un viernes cualquiera. Y es que fueron muchas las empresas que decidieron ofrecer a sus empleados la opción de realizar teletrabajo, o de aprovechar esta jornada para realizar días pendientes de libranza, según datos recopilados por elEconomista. También muchas compañías adelantaron envíos de mercancías durante la semana par evitar los problemas de movilidad que podían comportar los cortes de carreteras. Puerto y aeropuerto Estas modificaciones se pudieron ver, por ejemplo, en el Puerto de Barcelona, donde la mayoría de empresas adelantó su operativa al jueves, por lo que las instalaciones registraron ayer menos actividad que otros días, aunque los camiones que debían entrar y salir lo pudieron hacer sin más problemas que los de las restricciones vinculadas a la proximidad de la Llotja de Mar. El Aeropuerto de Barcelona también funcionó con normalidad, aunque tuvo un pico de afluencia a las 5 de la madrugada por viajeros que avanzaron su desplazamiento para evitar perder el vuelo por posibles colapsos viarios más tarde. Por el mismo motivo, los hoteles próximos colgaron el cartel de completo la noche del jueves al viernes. Impacto en el comercio Las protestas matinales y la manifestación vespertina provocaron cierres de comercios en las zonas calientes -las más cercanas a la Llotja de Mar- y mucha menos afluencia de clientes en el conjunto de la ciudad, según Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta, entidad que agrupa a 19 ejes comerciales de la ciudad: "Ha sido un día nefasto". La huelga general de dos horas -de 12.30 a 14.30- convocada por el sindicato independentista Intersindical-CSC no tuvo repercusión alguna, mientras que el paro impulsado por Universitats per la República tuvo seguimiento total en la Universitat de Barcelona (UB) pero casi nulo en la UPC y la UPF, aunque cambiaron de día las pruebas evaluables. Balance de los altercados Al cierre de esta edición, un total de 13 personas habían sido detenidas a lo largo de la mañana y la cifra de heridos ascendía a 62. La mayoría de las detenciones -10 de ellas- se produjo en Barcelona. Los presuntos delitos: enfrentamientos contra la policía, desórdenes públicos y atentados contra los agentes de la autoridad. Un periodista de Intereconomía, Cake Minuesa, y su cámara resultaron golpeados. Por contra, parte de los manifestantes increparon a los encapuchados para que desistieran de sus actitudes violentas -como volcar contenedores, por ejemplo-. Fuera de la Ciudad Condal, hubo tres detenciones en la Ampolla -en el sur de Cataluña-. Por otro lado, el Sistema d'Emergències Mèdiques atendió, a causa de las cargas policiales de la mañana, a 62 personas -35 de ellos, Mossos-. La gran mayoría fueron atendidos por contusiones y sin revestir de gravedad ninguno de ellas. Aparte de los atendidos por el SEM, 15 personas acudieron a centros sanitarios por su cuenta. Las movilizaciones empezaron a primera hora de la mañana, produciéndose la primera detención poco después de las nueve. Las protestas, sobre todo, se concentraron en el centro de la ciudad, cerca de la Llotja de Mar y hasta la Rambla, y fueron despejándose alrededor de las 3 del mediodía -a las dos y media los Mossos dieron por finalizado el dispositivo de seguridad desplegado con motivo de la celebración del Consejo de Ministros-. A las 6 de la tarde empezó la manifestación convocada en Paseo de Gracia por parte de la Comissió 21-D, que aglutinaba una veintena de entidades independentistas, como ANC, Òmnium, CDR, la CUP, Arran -las juventudes de la CUP- y las JERC -las juventudes de Esquerra Republicana de Catalunya-, entre otras. Alrededor de 40.000 personas acudieron a esta manifestación, que tenía por lema Tumbemos el régimen del 78 y que culminó con la lectura de un manifiesto que anunciaba que el 21-D marcaba el inicio de "un ciclo de movilizaciones". Transcurrió sin incidentes y con un tono festivo. También se convocaron manifestaciones en otros municipios catalanes como rechazo al Consejo de Ministros, por ejemplo en Tarragona, Lleida y Girona.