El histórico banquero se va con un cargo honorífico en el banco y la FundaciónFrancisco González tenía todo planeado para abandonar el banco de la mejor manera posible y con el mayor reconocimiento posible. El consejo de administración que él mismo lidera hasta la semana que viene ha aprobado hoy su nombramiento como presidente de honor de BBVA, una distinción que intenta distinguir su labor durante las dos últimos decenios al frente del grupo financiero español. Aunque, según su propias palabras, dejará todos sus cargos para no influir en las decisiones que adopte su sucesor, lo cierto es que el hecho de que esta designación se haya hecho bajo su mandato permite que algunos recelen de que su sombra será aún alargada. Además, hay que tener en cuenta que el plan de sucesión también ha estado tutelado por el banquero, que acaba de cumplir 74 años. Y mantendrá el puesto de máximo responsable de la Fundación BBVA. Es decir, que mantendrá un despacho y derecho a coche oficial, como ocurre con este tipo de puesto. Desde el banco sostienen que no percibirá ningún tipo de remuneración o dietas por su labor y que estará desvinculado a cualquier tipo de decisión ejecutiva de la entidad. Ya, a principios de 2018, cuando dejó claro que su decisión de jubilarse no tenía marcha atrás antes de 2020, avanzó su deseo de contar con un puesto honorífico de la compañía a la que se ha dedicado en cuerpo y alma desde 1996, cuando fue elegido por el Gobierno de José María Aznar para presidir el entonces público Argentaria. Recientemente, su sucesor, Carlos Torres, admitía estar de acuerdo con el deseo de su antecesor de contar con puesto de reconocimiento. González ha participado por última vez en un consejo de BBVA, una vez que en septiembre anunciara su marcha doce meses antes de lo previsto. Torres tomará las riendas de la segunda entidad financiera el 1 de enero, en un momento en que algunos nubarrones oscureciendo el panorama. El más destacado es el de Turquía, donde el banco acumula minusvalías latentes de más de 5.000 millones de euros. Si bien, el grupo también está más preparado que la mayor parte de sus competidores para hacer frente a la revolución digital. En los últimos diez años, gracias al empuje de González, la entidad ha llevado a cabo importantes desarrollos tecnológicos que han conseguido que ya casi el 50 por ciento de las ventas se haga a través del móvil o Internet. Tres mujeres en la dirección En el consejo también se ha aprobado la nueva organización bicefácilica de la entidad, con la ratificación de los nombramientos de Torres y del consejero delegado, Genç Onur, de origen turco y proveniente de la filial de Estados Unidos. Genç contará con más poder que su antecesor en un guiño al BCE. La cúpula estará compuesta por 22 personas, de las cuales cuatro son mujeres. Antes solo había una fémina. Se incorporan a la alta dirección Luisa Gómez, como responsable de banca corporativa y de inversión; Victoria del Castillo, que estará al frente de Estrategia; y María Jesús Arribas, de Legal. El órgano de gobierno también ha aceptado otros cambios, entre los que destacan la designación de Javier Rodríguez Soler como máximo responsable de la filial estadounidense, para ocupar la vacante de Genç, y el traslado del histórico Juan Asúa, asesor del presidente. La única salida del banco es la de José Luis de los Santos, que era jefe de auditoría interna.